Little Rock, Arkansas. – (Agencias) La variante delta ha impuesto una terrible realidad: los niños están enfermando. En las primeras etapas de la pandemia se sabía que el Covid-19 no afectaba a los menores o, al menos, su mortalidad era prácticamente cero.
Las cosas han cambiado, hoy son el centro de la nueva ola de contagios impulsados por la variante delta. Como el caso de Caia Alexx Morris Cooper, de 13 años, de Little Rock, en Arkansas, quien no había sido vacunada por decisión de su maa.
De acuerdo con el relato de The Washington Post, todo comenzó el 1 de julio pasado, cuando ya no pudo oler la colonia de su tío.
Caia había estado sentada en el sillón enviando mensajes a sus amigos, cuando el resto de la familia empezó a burlarse del fuerte aroma del perfume del tío, en ese momento se dio cuenta de que no tenía idea de lo que estaban hablando.
Ella no presentaba ningún otro síntoma en ese momento. Dos días después, a Caía le diagnosticaron Covid, le pusieron respirado, y ha estado en cuidados intensivos desde entonces.
“Treinta y cuatro días, y contando”, reflexiono su madre en un acto de catarsis ante el tiempo transcurrido la semana pasada, mientras está junto a la cama de Caía en el Hospital Infantil de Arkansas. 816 horas y 48,960 minutos. “Esto es una pesadilla”.
Pero afuera de la habitación de Caía, en el tercer piso, un mundo de doctores, enfermeras, terapeutas respiratorios y otros especialistas se mueven como enjambre alrededor de ella y los demás niños enfermos.
La jornada había empezado con 23 pacientes, 10 de ellos en terapia intensiva. Cinco tenían respiradores y tres en máquina de bypass cardiaco y pulmonar de último recurso No pasara mucho tiempo para que lleguen más niños enfermos.
«Siempre tienes momentos en los que lloras», dijo Shonda Grappe, una enfermera de cuidados intensivos pediátricos, a las pocas horas de salir de su turno. «Todo el mundo está sintiendo esto».
Linda Young, terapeuta respiratoria del Hospital durante 37 años, dijo que nunca había visto el progreso tan rápido en la dificultad para respirar y en patrones menos predecibles en los niños. “Nunca había visto algo como esto”.
La Academia Americana de Pediatría reportó un aumento de casi siete veces en los nuevos casos de covid infantil en un mes, empujado por la hipercontagiosa variante delta. En la primera semana de julio, se registraron 12,000 casos en todo el país.
Para la primera semana de agosto, el número llegaba a 96,000, lo que representó el 15% de todos los nuevos contagios.
De acuerdo con un análisis de The Washington Post, hasta el jueves, 1,785 niños con covid o sospechosos permanecían hospitalizados. El estado de Florida encabeza la lista con 247 niños, 19 ingresados la semana pasada, con un promedio de 35 casos diarios.
Si bien esas cifras siguen siendo una fracción de las hospitalizaciones de adultos y las muertes de niños siguen siendo bajas, representan la tasa más alta de nuevas admisiones pediátricas de cualquier momento de la pandemia.
Y cada vez hay más pruebas de que incluso las infecciones leves o asintomáticas en los niños podrían conducir a enfermedades de largo padecimiento, al igual que en los adultos.