Suffolk, Nueva York. – (Agencias) Julie DeVuono, durante años ha ofrecido su ayuda a las personas para evitar la vacunación. Entre 2017 y 2018, la enfermera ofrecía como parte de su práctica pediátrica talleres de “exención de vacunas” que, según aseguraba, detallaban consejos para “una mejor oportunidad de ser aceptados”.
DeVuono, y otra enfermera, fueron procesadas este lunes acusadas de vender tarjetas falsificadas de vacunación Covid e ingresarlas a una base de datos estatal oficial. De acuerdo con las autoridades de Long Island, la pareja registró en un libro de contabilidad ingresos por 1.5 millones de dólares en menos de tres meses.
Rodney K. Harrison, comisionado de policía del condado de Suffolk, Nueva York, dijo en un comunicado: “Como enfermeras, estas dos personas deben comprender la importancia de las tarjetas de vacunación legítimas mientras todos trabajamos juntos para proteger la salud pública”.
DeVuono, de 46 años, y Marissa Urraro, de 44, fueron arrestadas la semana pasada acusadas de falsificación. Además, DeVuono esta acusada de ofrecer un instrumento de identificación falso para ser presentado oficialmente, lo que significa mentir ante autoridad oficial. De acuerdo con las autoridades, las enfermeras ofrecían el certificado de vacuna falsificado para niños a 85 dólares, y 220 dólares para adultos. DeVuono y Urraro se han declarado inocentes según su abogado.
Michael J. Alber, abogado de Urraro, dijo en un comunicado que “en los tiempos inciertos de hoy, los tribunales están emitiendo fallos respecto a que el gobierno se ha excedido en sus límites”. Y agregó que “debido a esto, ahora más que nunca, es tan importante que no se apresure a emitir un juicio al formarse una opinión en contra de la respetada LPN”, usando las iniciales en inglés de enfermera práctica con licencia.
En el caso del abogado de DeVuono, dijo que su cliente enfrentaba un juicio y que era demasiado pronto para hacer comentarios más extensos del caso. “Permítanme decir esto: imploro a sus lectores que no saquen conclusiones precipitadas”, dijo Barry Smolowitz en una breve llamada telefónica.
Este es un caso entre muchos en todo el país, de acuerdo con The Washington Post, que se trata de esfuerzos ilegales para eludir el requisito de la vacuna contra el Covid, ya que muchos directores y empresas están exigiendo la vacuna contra el coronavirus para mantener el trabajo.
En Estados Unidos, a más de 200 millones de personas se les ha aplicado las dos dosis de la vacuna y unos 90 millones han recibido la tercera vacuna de refuerzo, que ha demostrado reducir significativamente las posibilidades de una enfermedad grave de Covid-19. Sin embargo, más de un tercio de los estadounidenses no han recibido ni la primera dosis de la vacuna.
Las personas no vacunadas se ven cada vez más imposibilitadas de evadir el creciente requisito para obtener un trabajo y participar en la vida pública. Eso ha producido una ola de documentos falsos de vacunación. El FBI (siglas en inglés de la Agencia Federal de Investigaciones) ha incautado envíos masivos de documentación de vacunación falsos.
Lo que ha llamado la atención en el caso de DeVuono y Urraro, es que ambas son enfermeras y al alcance de su plan. Según los fiscales, DeVuono y Urraro ingresaron la información falsa al sistema de información de vacunación del estado, lo que hizo más sofisticado el fraude.
“Estas personas supuestamente usaron sus puestos como profesionales de la salud con licencia para participar en conductas delictivas para su beneficio financiero”, dijo el fiscal de distrito del condado de Suffolk, Raymond A. Tierney, en un comunicado emitido el viernes, el día en que las acusadas fueron procesadas.
La ciudad de Nueva York ha impuesto algunos de los requisitos de vacunación más estrictos del país para la actividad pública, exigiendo prueba de vacunas para interiores en comedores, gimnasios, cines y otros. Las autoridades dijeron que las tarjetas falsificadas por DeVuono y Urraro pusieron en peligro a otros, socavando los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus.
Según la Oficina del Fiscal del Distrito, la policía llevó a cabo un cateo al domicilio de DeVuono donde decomisaron 900,000 dólares en efectivo, así como el libro donde registraban las ganancias que, dijeron, comenzó en noviembre de 2021. Las autoridades también registraron el lugar donde ejercía sus prácticas DeVuono, el Wild Child Pediatric Healthcare, donde un agente encubierto logró obtener un certificado de vacunación falsificado, según la Oficina del Fiscal.
En la página de Facebook de Wild Child Pediatric Healthcare, DeVuono se describe como una enfermera práctica pediatra de 15 años de experiencia en pediatría de atención primaria y 10 años de enfermera en unidades de cuidados intensivos pediátricos o neonatales. Urraro, por su parte, es una enfermera práctica con licencia.
Según consta en el acta del proceso, DeVuono y Urraro fueron procesadas el viernes y liberadas. Ambas están programadas para comparecer ante el Tribunal del Distrito 1 de Suffolk, el 8 de febrero.
