Religión

El Papa aclara que el sacerdocio sigue reservado solo para los hombres

El Papa Francisco durante una celebración en el Vaticano. Foto: Vatican Media


El Papa Francisco eliminó la reserva exclusiva a los hombres para el ejercicio de los oficios del Lector y del Acólito mediante el Motu Proprio Spiritus Domini del 10 de enero. Sin embargo, el Pontífice aclaró que esto no va en perjuicio del sacerdocio reservado a los hombres.

El Santo Padre, en una carta que envió al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Francisco Ladaria, este lunes 11 de enero, recordó que el Papa San Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis, enseñó que la Iglesia “no tiene en absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”.

El Papa explicó que el motivo por el que las órdenes menores, como el lectorado y el acolitado, durante siglos estuvieron reservadas a los hombres al igual que las órdenes mayores (subdiaconado, diaconado y presbiterado), es que la tradición de la Iglesia ha considerado las órdenes menores “como etapas de un itinerario que debía conducir a las órdenes mayores”.

“Como el sacramento de las órdenes estaba reservado sólo a los hombres, esto también se aplicaba a las órdenes menores”.

Sin embargo, el Pontífice argumentó que “una distinción más clara entre las atribuciones de los que hoy se denominan ministerios no ordenados (o laicales) y ministerios ordenados permite disolver la reserva de los primeros sólo a los hombres”.

En ese sentido, afirmó que “si en lo que se refiere a los ministerios ordenados la Iglesia ‘no tiene en absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres’”, como recordó San Juan Pablo II, “para los ministerios no ordenados es posible, y hoy parece oportuno, superar esta reserva”.

El Santo Padre señaló que dicha reserva “tenía sentido en un contexto particular, pero puede ser reconsiderada en nuevos contextos, teniendo siempre como criterio, sin embargo, la fidelidad al mandato de Cristo y la voluntad de vivir y proclamar el Evangelio transmitido por los apóstoles y confiado a la Iglesia para que sea religiosamente escuchado, santamente custodiado, fielmente anunciado”. 


Información totalmente adquirida de nuestros amigos del grupo ACI Prensa