Opinión

EL PRIVILEGIO DE SER MAESTRO

Dedicar en un escrito pensamientos y sentimientos a los maestros y maestras a manera de reconocimiento, de homenaje, en el mes de diciembre más de uno se preguntará por qué no esperar a un día especial para reconocer a los docentes como el 15 de mayo. Primero porque un servidor todos los días es un espacio especial para admirar lo que hacen los maestros y las maestras, para brindarles reconocimiento por darle a los seres humanos algo tan extraordinario y trascendente, tan único :  educación.

Un segundo argumento es que nadie me garantiza que llegaré  con salud y con vida a ese  mes de mayo.

Una tercera razón es que me agrada mas vivir el presente que pensar en el mañana, caminar disfrutando la vida, encarando al destino con una sonrisa, con respeto, pero sin miedo. Seguramente que esto me lo debió enseñar algún docente.

Estoy plenamente convencido de que ser maestro o maestra es un privilegio, un honor sublime.

Los maestros y maestras dejan gran parte de sus vidas en la aulas, compartiendo su sabiduría con sus alumnos, propiciando con  métodos pertinentes la construcción de aprendizajes no solo para la acreditación de las materias curriculares y de exámenes, sino lo mas importante, para la vida, para caminar dejando huellas, para abrirse paso, para vencer los obstáculos que se le presenten, para contribuir al desarrollo propio de sus familias, de la sociedad, de su país, del planeta.

Los docentes no solo guían a los alumnos a  los aprendizajes de aritmética, de escritura, de lectura, etc, también desarrollan su sentido común, los enseñan a debatir a proponer, a socializarse, a integrarse, a trabajar en equipo, a ser solidarios, sensibles, a forjar su carácter, a respetar norma, a tener disciplina.

Los docentes si, les comparten a sus alumnos su sapiencia y los guían, pero es muy importante señalar que también les comporten su corazón, amor, cariño, ternura, lo cual, seguramente es mas importante anteponer  al método y a la teoría, logrando así que los alumnos se sientan como en casa y a veces, mejor que en su propio hogar.

Ser maestro, maestra es un privilegio perenne , pero también es una de las responsabilidades mas grandes que tienen los maestros, pues por sus manos, por sus aulas, por sus métodos pasan quienes el día de mañana serán médicos, ingenieros, técnicos, licenciados, astronautas, químicos etc, 

Conscientes de su responsabilidad, preparan por las noches, sábados y domingos sus planeaciones y materiales, pensando cuál será la mejor técnica, el  material pertinente para que los alumnos aprendan, para que se diviertan aprendiendo, para que disfruten la larga jornada diaria, llena de experiencias, emociones y aprendizajes. Maestras y maestros que en su casa o  manejando en su auto, de pronto sonríen solos, recordando anécdotas o travesuras de sus alumnos y otras veces silenciosos, preocupados porque vieron triste algún alumno o este les narró algún conflicto familiar, pensando qué hacer para que aquel alumno que se está quedando atrás en el aprovechamiento escolar alcance a los demás, qué hacer con aquel que parece ausente y que nada de la clase le interesa, preguntándose qué habrá en sus pensamientos, a donde irán éstos.

Por eso ser maestro y maestra, es serlo más allá de las aulas, mas allá de la escuela, mas allá de las 8 a  las 13 horas, o de las 13 a las 18:30, implica serlo todo el tiempo, es ser un ejemplo para los alumnos las 24 horas de cada día un ejemplo actitudinal, en la expresión, en el vestir, en todo, cada minuto y cada día de tu vida, por eso reitero ser maestro y maestra, es un privilegio un orgullo pero también una enorme responsabilidad.

A continuación se vierten comentarios de algunos maestros y maestras que citan porque esta profesión es un verdadero privilegio.

Maestra Laura Escalante: “ Ser maestra es un privilegio porque das, trasmites, compartes y te permites formar en toda la extensión de la palabra a un ser humano en sus diferente etapas”.

Maestra Mari Acosta: “ Es un privilegio porque ayudo aprender y aprendo cada día. Porque es grato recibir besos, abrazos, y sonrisas chimuelas. El trabajo se vuelve pasión”.

Maestra Rosa Argelia: “Es un  privilegio por ser una profesión en la que recibes lo que das y en la que te comprometes con la sociedad para crear a los mejores profesionistas del futuro”.

Maestra Griselda Ceballos: “ Es un privilegio porque como maestra puedes de alguna manera llegar a la mente y corazón de tus alumnos. Porque son seres que puedes ir moldeando a través de la construcción de conocimientos”.

Maestro José Guadalupe Ovalle: “ Es una labor muy loable en la que puedes dar y recibir conocimientos involucrando el aprecio y el conocimiento con los alumnos”.

Maestra Yolanda Adame: “ Es sensacional ser maestra porque tengo el privilegio de tocar el corazón de un niño y poder cambiarle la vida”.

Maestro Ricardo Daniel: “ Es un privilegio ser maestro porque brindas la base de la educación los cimientos, incluyendo valores de responsabilidad y de honestidad para que los apliquen en su vida”.

Maestra Leticia Olivares: “ Ser maestra es un privilegio porque me da la oportunidad de formar niños para el futuro, satisfacciones por ver sus logros, sabiduría para guiarlos en el camino del saber”.

Maestra Selene René: “ Es un privilegio porque dejas huellas positivas, imperecederas en los alumnos y que pueden ampliar sus conocimientos y competencias”.

Maestro Arturo Maldonado: “ Para mi es un privilegio ser maestro porque me dio la oportunidad de realizarme como persona y profesionista. Enseñar a leer y escribir a los niños y niñas es una experiencia satisfactoria que nutre nuestra autoestima y nos lleva  ala realización profesional, etc.

Maestro Jesús Padilla: “ Es un privilegio ser maestro por la convivencia e interacción con otras personas en que puedes intervenir en su formación y ellas te retribuyen con alegría y entusiasmo.

Maestro Erasto Gámez Peña: “ Ser maestro es tener la vocación de servir, ser ejemplo a seguir de los alumnos. Es el profesionista que conduce y facilita el aprendizaje”.

Sirva este escrito para brindar un sincero reconocimiento a los maestros que ya fallecieron, a los respetables maestros y maestras jubilados que han dejado parte de su vida y de su corazón en las aulas y con el mismo aprecio y respeto a los maestros y maestras en activo.