Cultura

El sol de medianoche, por Miguel Ángel Gómez

Llegue el buque de línea de águilas derrochadoras a las que les va mejor la vida que a las águilas agarradas. Ruego ante el crucifijo por el amor de mi ángel. El motín-ardor de las águilas que asoman los picos entre la cabaña sin tercera Guerra Mundial. El sol de medianoche comienza con sus celos. Las águilas tocan el Nirvana. Suben a cubierta, el mar trae el aroma de otras cosas. Allí está un camino. Un mundo de hormigón hallo. El águila Trompetilla escucha a Glenn Miller. Las pandillas de águilas se amontonan detrás de mí en la noche. El barco resulta sorprendente. Camino con botines raspados. He perdido mi gorro. Lo planeo todo sin ser un mentiroso notorio.