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Emite obispo de Saltillo mensaje con motivo de Año Nuevo

En el marco de la Jornada Mundial de la Paz, Hilario González García, Obispo de la Diócesis de Saltillo, compartió el saludo del Papa Francisco con motivo de la llegada de 2023.

“A todos los hombres y mujeres de buena voluntad, les deseo un feliz año, en el que puedan construir, día a día, como artesanos, la paz”, dijo.

“El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz”, agregó.

“En medio de las dificultades que vamos experimentando, el Señor nos acompaña con su amor compasivo, nos sostiene en los momentos de cansancio y nos ilumina para andar los caminos que nos acercan al bien verdadero, a la paz que anhelamos”, agregó el prelado.

Añadió que el Señor nos concede su favor, nos mira con benevolencia.

“La compasión de Dios nos capacita para salir adelante en nuestras empresas y proyectos. No es tener suerte, o un destino fijado, sino que el favor divino nos acompaña para que nuestras acciones sean reflejo fiel de lo que Dios desea para sus hijos.

“Su benevolencia es la gracia divina que nos sana y eleva para que nuestras aspiraciones no se queden en el orden del egoísmo, o de la satisfacción individualista, sino que aspiremos con solidaridad fraterna a buscar el bien superior que nos trasciende y perfecciona a la comunidad”, comentó el obispo.

“El Señor nos concede la paz. La paz que procede de Dios es la plenitud de la vida humana según el designio divino. Es la armonía de mente y corazón, la integración de alma y cuerpo, la consonancia entre ideas, sentimientos, deseos y decisiones, que nos permiten afrontar los retos de nuestra misión con un horizonte de vida que tiene por fundamento y culmen a Dios”, señaló.

Finalmente, esta bendición que imploramos y sentimos en nuestra existencia nos mueve a comprometernos a vivir mejor cada día, manifestó Hilario González.

“No podemos quedarnos en propósitos de año nuevo para sentirnos mejor, sino que estamos invitados por el Señor a considerar, a la luz del bien común y con intención solidaria, los propósitos para mejorar nuestros ambientes familiares y sociales, para cooperar en proyectos fraternos que traigan bendiciones a los más necesitados”, manifestó, “estos propósitos solidarios serán signos de paz que den esperanza y nos animen a vivir como familia de Dios”.