Una semana después de que apareciera la foto de Jesús López Gutiérrez, el hijo menor del presidente Andrés Manuel López Obrador, las burlas, los memes y el acoso hacia el joven no terminan.
Jesús sufre desde hace una semana un bullying nacional; en todas las redes sociales circula su imagen, pensaríamos que es porque a la población no le gusta su sobrepeso, pero en realidad es por sus apellidos.
La crítica hacia AMLO debe ser única y exclusivamente a su desempeño como mandatario: nada tiene que ver con lo que está ocurriendo hacia el menor.
Nuestros niños y jóvenes deben de estar protegidos, en la medida de lo posible, de los ataques, burlas y persecuciones, pues conocemos todos las consecuencias de un acoso.
El respetar a este joven no hace mejor presidente a AMLO, hace que nosotros seamos mejores seres humanos y que demostremos nuestra capacidad de separar las cosas.
Incluso los opositores deberían de ver que este tipo de ataques únicamente victimizan al presidente y lo acerca a ese sector de la población que pudiera tener reclamos hacia su administración, identificándose con su esfuerzo por proteger a los suyos.
