La Prensa
Un fraude con tarjetas clonadas denominadas “Falabella” expedidas en el módulo de la tienda Soriana Huémac, quedó al descubierto, luego de que cuatro de éstas llegaron a gasolinera Lazalde de Monclova causándole un quebranto económico superior a los 50 mil pesos. En la investigación que llevó a cabo la estación de servicio y este medio de comunicación, se comprobó que se trata de plásticos duplicados y activados para ser utilizados.
Entre los meses de junio a agosto la gasolinera localizada al Norte de Monclova recibió el pago electrónico a través de las tarjetas, para abastecer de gasolina a una mujer que se hacía pasar por la titular de las tarjetas, presentando por lo menos cuatro con diferente nombre, todas pertenecientes a “Falabella” Soriana.
Aún y cuando se pudo demostrar que las tarjetas estaban duplicadas, y todo indica que las copias salieron del mismo módulo, la tienda Soriana no se hizo responsable y obligó a la gasolinera a pagar los poco más de 50 mil pesos.
En el común de los bancos se están implementando más candados de seguridad para evitar que las tarjetas sean utilizadas por personas que no son titulares. Este no es el caso del plástico “Falabella”, que no cuenta con firma electrónica, sino que basta con estampar cualquier firma con el nombre del titular.
En este fraude fueron involucrados tarjetahabientes, clientes de la tienda Soriana, a quienes se les ofreció la tarjeta como un “premio”, al pagar su mercancía en las cajas de la tienda. Allí las cajeras le dicen al cliente que salió seleccionado para recibir una tarjeta “Falabella”.
El segundo engaño es que en el módulo, el personal le asegura al tarjetahabiente que la tarjeta no será activada mientras no sea utilizada por el propio cliente, haciéndole creer que mientras tanto no tiene responsabilidad con la cuenta.
Esto fue exactamente lo que le pasó a Gloria N. una de las afectadas por el fraude, quien recibió la tarjeta el día 29 de junio del 2021. En el módulo Falabella la encargada le aseguró que la tarjeta estaba desactivada y que sólo se activaría si ella la utilizaba.
Confiando en la palabra de la empleada del módulo, mantuvo oculta la tarjeta decidida a no utilizarla para que no le generara obligaciones con el banco.
Sin embargo, a finales de Julio personal de Falabella la contactó para decirle que tenía una serie de transacciones, ascendiendo la cantidad a más de 20 mil pesos, no obstante a que ella guardó la tarjeta y jamás la utilizó.
Se vio obligada a hacer una enfadosa aclaración primero por teléfono y posteriormente por WhatsApp en que no reconoció ninguno de los cargos. Una investigación de la tienda lo confirmó y la dejaron libre de responsabilidades, no así a la gasolinera que tuvo que pagar.
UNA MUJER ENTRE LAS OPERADORAS DEL FRAUDE
Hasta esta estación de servicio llegaba constantemente una mujer en un vehículo compacto marca Fiesta Ikon en color rojo, y allí solicitaba una carga de gasolina y una cantidad mayor de dinero en efectivo, con montos de 2 mil pesos o más.
La vulnerabilidad de la tarjeta Soriana “Falabella” quedó demostrada, puesto que la defraudadora no tenía qué conocer el NIP de la tarjeta, ya que este plástico permite únicamente una firma.
El despachador a cargo atendió en repetidas ocasiones a la delincuente, quien se hizo pasar por la titular de la tarjeta con una firma falsa, y sin presentar credencial de identificación oficial.
La misma mujer que se presentó con la tarjeta a nombre de Gloria N. a esta gasolinera, acudió posteriormente con otra tarjeta, también Soriana Falabella, para hacer el mismo movimiento. Ya la titular era otra persona, sin embargo cometió el error de volver a firmar con el nombre de Gloria M.; ya se le había hecho costumbre.
Esta estación de servicio cayó en la cuenta de que antes había recibido otras dos tarjetas de “Falabella” que resultaron ser cargos fraudulentos. En el análisis de la caligrafía de quien firma se observan similitudes.
Después de este trago amargo, la administración de la gasolinera giró la instrucción de no volver a aceptar como forma de pago tarjetas de la tienda “Falabella” Soriana.
Los afectados exigen se investigue al personal de la tienda que tiene contacto con los datos de los cuentahabientes, ante el riesgo de que se siga haciendo uso fraudulento de los mismos.