Buenos Aires, Argentina. – (Agencias) El escándalo surgido en Argentina por la revelación de un “centro de vacunación VIP” en el despacho del ministro de Salud se suma a la trama descubierta en Perú.
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Siempre con empresarios, políticos y sus familiares, apelando a su dinero y poder, también hubo casos en Brasil y Estados Unidos.,
El pedido de renuncia al ministro de Salud de Argentina, Ginés González García, se convierte en el más reciente escándalo vinculado a la vacunación privilegiada a políticos, empresarios, figuras públicas, familiares y sectores del poder.
El episodio argentino surgió el viernes 18 de febrero, luego de que el periodista Horacio Verbitsky confesó que obtuvo una vacuna de forma preferencial gracias a su amistad con el ministro de Salud, Ginés González García.
Verbitsky confesó en un programa de El Destape Radio que se vacunó el 18 de febrero y sin haber cumplido el protocolo exigido por el Gobierno argentino, que implica anotarse a través de internet para recibir fecha y hora para la inoculación en los centros de vacunación establecidos.
«Me puse a averiguar dónde hacerlo, llamé a mi amigo Ginés (González García), a quien conozco hace mucho», comentó el periodista.
Según explicó, el ministro le dijo que debía dirigirse a un centro de vacunación en el Hospital Posadas, en el oeste del conurbano de Buenos Aires.
Sin embargo, antes de ir fue contactado por un secretario del ministro que, según indicó, le dijo que podía concurrir a vacunarse a la sede del Ministerio.
La confesión del periodista dejó al descubierto la existencia de un «centro de vacunación VIP» en el Ministerio de Salud, por el que pasaron allegados a Ginés.
Según el diario La Nación, por ese centro de vacunación también habría pasado el dirigente sindical argentino Hugo Moyano, su esposa Liliana Zulet y el hijo de ambos.
Entre los vacunados también hay políticos como el excanciller y actual senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés, que fueron bajados de la comitiva presidencial que viajará a México este fin de semana, y empresarios como José Aranda, alto directivo del Grupo Clarín, aunque este negó luego la información.
Las revelaciones costaron la cabeza al ministro González García, pero también cayeron muy mal en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el prestigioso organismo de derechos humanos que preside Verbistky, y que publicó un hilo de tuits desmarcándose del hecho.
«Nada de lo ocurrido representa el trabajo y el pensamiento de quienes integramos y hacemos a la organización en su día a día», dice el texto.
«Recibimos la noticia de que el presidente de nuestra organización fue vacunado por fuera del sistema establecido, a través de una cadena de favores y a título personal, mientras estábamos intentando, como todo el mundo conseguir un turno para las personas mayores de nuestras familias», señalan los trabajadores del CELS.
Verbitsky también perdió su columna en la Radio El Destape, donde dio la información sobre su vacunación VIP.
Los favores con vacunas contra el COVID-19 se dieron también en pequeñas circunscripciones del país. En la localidad de Henderson, en la provincia de Buenos Aires, el intendente local fue denunciado por distribuir un excedente de 100 vacunas de Sputnik V entre militantes y empleados municipales que no estaban en los grupos de riesgo.
