Quebec, Canadá. – (Agencias) El poderoso prelado canadiense, prefecto del Dicasterio de los Obispos, Marc Ouellet, se ha sumado a la larga lista de altos cargos de la Iglesia Católica acusados de abusos sexuales. Su nombre figura en una denuncia colectiva presentaba por más de 100 víctimas contra 88 personas de la Diócesis de Quebec, entre sacerdotes y empleados locales de la iglesia supuestamente responsables de agresiones sexuales desde la década de 1940.
Ouellet, quien fue arzobispo de Quebec de 2002 a 2010, no enfrenta por el momento ningún cargo penal, según reveló una investigación de Radio-Canadá. Los casos se remontan precisamente a esa época. De acuerdo con las demandas, los abusos ocurrieron durante acontecimientos públicos. De acuerdo con el testimonio de una mujer, una becaria identificada como “F”, el obispo Quebec la agarró y luego… “sus manos bajaron bastante en mi espalda”, afirmó la denunciante, que relató lo sucedido al programa Enquête.
“Bastante intrusismo para, digamos, quien era mi superior, el arzobispo de Quebec”. Según su versión, el cardenal le dijo que no había nada malo en relacionarse un poco. “Eso me hizo sentir muy incómoda”, lamentó. Ese comportamiento se repitió den varias ocasiones. “Me sentí perseguida. Se volvió cada vez más invasivo, cada vez más intenso, hasta el punto en que dejé de asistir a los eventos. Traté de evitar su presencia tanto como fuera posible”, prosiguió la víctima.
Las acusaciones contra el Cardenal son del conocimiento de la arquidiócesis de Quebec, quien se han negado a hacer algún comentario al respecto. El abogado de las víctimas ha recordado que Ouellet era entonces arzobispo y tenía la última palabra sobre los contratos de del personal de la institución. “Tienes en ese momento a una mujer joven de unos 20 años frente a un hombre poderoso en una posición de autoridad, conocido mundialmente en ese momento, que a lo mejor tenía 60 años”, resaltó el letrado.
De acuerdo con el texto de la denuncia, cuando la víctima decidió hablar de su angustia con el entorno le dijeron que el cardenal era muy “expansivo” y que no era la única mujer que había sufrido “ese tipo de problemas” con él. Un sacerdote que había trabajado con él en la arquidiócesis y que ha accedido a declarar anónimamente afirmó, en conversaciones con Radio-Canadá, que cuando oyó el relato de la mujer, le creyó. Llegó como un sheriff que venía a poner orden en la diócesis de Quebec, lo enviaron desde Roma”, recordó.
Ouellet regresó en 2010 al Vaticano y fue promovido a prefecto del Dicasterio de los Obispos, la institución que selecciona a los altos cargos de la Iglesia. Ese mismo año se convirtió en Cardenal. En 2018, fue acusado por el exnuncio en Washington, Calo Maria Viganó, de encubrir los abusos sexuales del cardenal Theodore McCarrick y pidió su dimisión, sin embargo, Ouellet recibió el apoyo del Papa.
La denuncia, que describe casos más graves que involucra al clero canadiense menos destacados que Ouellet, se conoció tres semanas después de la visita pastoral del Papa Francisco a Canadá. El viaje, que el propio pontífice llamó “peregrinación penitencial”, pidió perdón a los pueblos originarios por los horrores que vivieron miles de niños indígenas en los internados de las escuelas católicas donde fueron forzados a cambiar todo lo que conocían a costa de su vida.
Las disculpas del Papa suscitaron muestras de emoción; sin embargo, no contentaron a todo el mundo y despertaron también críticas por no ir más allá de las palabras.
