Washington, D.C. – (Agencias) Jackie French Lonergan, una niña de 7 años, con un corte de pelo castaño de paje y una sonrisa con sus dientes mudando, que ella ahora recuerda muy bien ese día, aparece en la histórica foto del 26 de abril de 1954 en la escuela Franklin Sherman, de McLean, Virginia.
Ese día, Lonergan se formó con sus compañeros de clase en la sala de usos múltiples de la escuela. Cuando llegó al frente, se encontró con su médico familiar, Richard Mulvaney, con bata blanca y paletas preparadas, y una jeringa con que la pinchó en la parte superior del brazo.
En ese momento destellaron las cámaras capturando el momento histórico para lo prosperidad.
Los padres de Lonergan habían firmado su aceptación, con poca o nada de preocupación de que su hija, junto con 81 niños, fuera conejillo de indias porque serían los primeros niños en recibir la vacuna contra la polio en un ensayo nacional masivo para probar su efectividad.
“No cuestionabas nada entonces”, dijo Lonergan, ahora de 75 años, desde su casa en Bryn Mawr, Pensilvania, la semana pasada, recién recibida su vacuna Covid de refuerzo.
“Entonces éramos muy patriotas. La guerra había terminado y el país estaba en auge. Fue un momento muy optimista. … Es realmente difícil entender lo que está sucediendo hoy «.
El lunes, de nueva cuenta la escuela primaria Franklin Sherman ocupará un lugar en la historia de la vacunación a los niños del condado Fairfax. Y es que la primera dama, Jill Biden, tiene previsto trasladarse para estar presente en el momento histórico de la primera vacuna Covid para niños de 5 a 11 años.
Sin embargo, este hecho llega en un momento donde la nación se encuentra ferozmente dividida, de acuerdo con The Washington Post, sobre los cubrebocas y la vacunación contra el Covid para adultos, y ahora la vacunación para los niños.
De acuerdo con una encuesta publicada por la Kaiser Family Foundation, un tercio de los encuestados dijeron que sí permitirán la vacunación a sus hijos menores, otro tercio dice que “espera a ver qué pasa”, y otro tercio que definitivamente están en contra de las vacunas.
Esto también se refleja en la línea política. Solo el 46% de los republicanos está a favor del mandato de vacunación para los niños, según una encuesta de YouGov de octubre, 13% menos con respecto a 14 menses atrás. En comparación, el 79% de los demócratas.
Sin embargo, en un país dividido, el manejo de la pandemia por parte de esta escuela y los padres parecen que van en contra de esa narrativa.
Como lo hizo en 1954, un espíritu de unidad sobre el hacer de la salud de los 300 alumnos de la Franklin Sherman una prioridad impregna a toda la comunidad de la escuela, de ambas líneas políticas afirman los padres.
Sin embargo, no es el patriotismo y la fe que están impulsando esta vez la vacunación, es el alto nivel de educación, incluso con títulos de medicina, de la comunidad.
Los padres trabajaron en red y estudiaron la mejor manera de combatir el virus, con el objetivo primero, de que sus hijos no abandonaran la escuela y, segundo, poner en práctica su conocimiento y fe en la ciencia.
En todo caso, “el sentido de comunidad en la escuela se ha fortalecido” debido a la pandemia, dijo el presidente de la Asociación de Padres y Maestros (PTA), Shreem Raminei, cuya hija, Shaila, es una estudiante de segundo grado en la escuela.
«Tengo que decir que realmente nos hemos unido y unido el uno al otro».
