Riad, Arabia Saudita. – (Agencias) Con la presencia del emir de Qatar, Tamim bin Hamad, la cumbre del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) en Arabia Saudita, acordó dar por terminado el conflicto entre los países de la región, de acuerdo con la televisión oficial saudí Al Ekhbariya.
El CCEAG incluye a seis países: Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Baréin y Omán.
«El acuerdo que se ratificará al término de la cumbre confirmará la unidad de los países del Golfo y sus esfuerzos por hacer un CCEAG único y fuerte en aras de la prosperidad de la región», declaró el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, en la ceremonia inaugural.
Comentó que los países del golfo Pérsico deben hacer frente al desarrollo del programa nuclear de Irán y a la producción de los misiles balísticos iraníes, y también a la política nacionalista de Teherán.
En junio de 2017, Arabia Saudí, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Qatar y suspendieron todas las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con esa monarquía del golfo Pérsico a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente varios países más, aliados del cuarteto liderado por Arabia Saudí.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Qatar un pliego de 13 condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
El Gobierno de Qatar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.
De acuerdo con fuentes diplomáticas de Estados Unidos, Jared Kusher, yerno de Trump, ayudo a negociar el acuerdo que se firmará.
Las mismas fuentes afirmaron que Arabia Saudita abandonó junto a sus aliados las 13 demandas que habían condicionado a Qatar.
Por sum parte, Qatar levantaría las demandas presentadas contra los Estados en la Organización Mundial de Comercio.
Al inicio de las negociaciones, hubo discrepancias entre Arabia Saudita y Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre poner fin al boicot contra Qatar.
Al final, Arabia Saudita «quería poner fin al bloqueo y no quería que este problema permaneciera en su plato a medida que la administración de Biden entra en el cargo», según declararon las fuentes a The Post.
Poco después de que el presidente Trump se mudara a la Casa Blanca, el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman lideró una dramática sacudida a su barrio en el Golfo.
Anunció que Arabia Saudita y varios aliados regionales cortarían todas las relaciones con Qatar. Entonces, como ahora, el príncipe disfrutó del firme apoyo del presidente Trump.
Pero la llegada de un nuevo presidente en los Estados Unidos, con un duro discurso contra el príncipe Mohammed, ha hecho cambiar el rumbo.
El martes, logró poner fin al bloqueo contra Qatar, tratando de convertir un juego que le había redituado poco en un medio para construir un acuerdo con dos objetivos: la unidad contra su principal enemigo regional, Irán, y aderezar su relación con el presidente electo Joseph R. Biden Jr.
