Londres, Inglaterra. – (Agencias) Los trabajadores ferroviarios han estallado a la mayor huelga en Gran Bretaña desde hace tres décadas, mientras el primer ministro Boris Johnson ha autorizado a las empresas a contratar a personal para que sustituyan a los huelguistas lo que ha sido denunciado por los sindicatos como potencialmente violatorio a las leyes internacionales, insegura e impracticable.
Downing Street presentó cambios para permitir la contratación de particulares en agencias en sustitución de los huelguistas, mientras 40,000 de ellos estallaron la mayor huelga ferroviaria en 30 años en Gran Bretaña, a primera hora del martes.
Los sindicatos de los ferroviarios, Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) y la Sociedad de Asociaciones de Ingenieros de Locomotoras y Bomberos (Aslef), advirtieron que de llevar a cabo la controvertida medida solo provocaría una disputa larga y dolorosa. Y el Congreso de Sindicatos (TUC) acusó a Boris Johnson de dar un paso que “ni Margaret Thatcher se atrevió a hacerlo”. En respuesta, inflamaría las divisiones entre empleadores y empleados cuando el gobierno debería estar intentando conciliar.
Sin embargo, el primer ministro acusó al sindicato de hacer «demasiadas demandas salariales» y dijo que era necesario que los empleadores del sector público mostraran «disciplina y moderación salarial» para evitar una inflación aún mayor y, dijo, era necesario que los acuerdos salariales siguieran siendo «sensibles».
A principios de este año, Downing Street rechazó las declaraciones del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, quien dijo que los trabajadores no deberían esperar aumentos salariales que igualaran la inflación, diciendo que Johnson quería “una economía de salarios altos”. Sin embargo, el lunes el primer ministro insistió en mantener los salarios bajos en el sector público, y dijo que el gobierno tenía la responsabilidad “de abordar la inflación y evitar que se arraigue”.
La huelga ferroviaria provoca la cancelación del 80% del servicio de trenes. Los trabajadores han anunciado más acciones para el jueves y sábado, luego de que fracasaran las pláticas entre la empresa y el sindicato RMT. Los trabajadores del metro también se han sumado con un paro de 24 horas.
El secretario general de RMT, Mick Lynch, anunció la posibilidad de más huelgas durante el verano, ya que no se llegó a ninguna negociación entre las partes, y los ministro se negaron a unirse a la mesa de negociaciones.
Lynch dijo que las ofertas eran inaceptables. “Lo que hemos llegado a entender es que la mano muerta de este gobierno Tory está en toda esta disputa, y las huellas dactilares de Grant Shapps, el secretario de transporte, y el ADN de Rishi Sunak, el canciller, están en todos los problemas en el ferrocarril, y de hecho en esta sociedad”.
Dijo que el problema radica en el recorte del gobierno “de casi 4,000 millones de £. (unos 5 mil millones de dólares) de fondos del National Rail (Ferrocarriles Nacionales) y al Transport for London (LfT), el metro, obligando a las empresas a implementar recortes y austeridad en el trasporte… y a impedido una solución a esta disputa”.
Lynch, dijo en el programa Newsnigth de la BBC el lunes por la noche, que la empresa Network Rail había “intensificado” las tensiones en las conversaciones de ese día, al anunciar que habría despidos a partir del 1 de julio. En este programa, se produjo un debate digital con el parlamentario conservador Chris Philp, al que acusó varias veces de mentiroso. Los líderes sindicales y un importante organismo de reclutamiento advirtieron el lunes que los planes del gobierno para derogar la prohibición de romper huelgas solo empeorarían las cosas.
No se ha hecho ningún anuncio oficial, pero Kwasi Kwarteng, el secretario de Negocios, Energía y Estrategia Industrial tuiteó: “La derogación de estas restricciones de la era de la década de 1970 les dará a las empresas la libertad de acceder a personal temporal calificado con poca antelación. La legislación está en camino”.
