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Esther Quintana, mujer con trayectoria política

Esther Quintana Salinas nació un 1 de julio de 1951 en Acapulco, Guerrero, donde vivió su infancia y adolescencia, para posteriormente emprender un viaje largo en búsqueda de oportunidades.

Finalmente llegó a Coahuila, entidad donde decidió casarse, hacer su vida adulta y su etapa como madre de tres hijos.

Es sin duda uno de los miembros más destacados del Partido Acción Nacional en la entidad.

Durante su trayectoria se ha despeñado como representante ante el Consejo Local del Instituto Federal Electoral, asesora Jurídica de Alianza para el Cambio para los Distritos Electorales, secretaria Estatal de Formación y Capacitación, consejera Nacional y Estatal, y presidenta del Comité Directivo Estatal en Coahuila. 

Fue electa como diputada federal y diputada local.

Además de sus cargos políticos, Quintana Salinas es editorialista al imprimir su sello particular en distintos espacios de la prensa escrita.

En este proceso de elecciones, Esther Quintana es una de las cartas fuertes del PAN.

“Los resultados superiores de mi trabajo y mi honestidad, son las credenciales que hoy me permiten pedir el voto”, señala.

Durante la campaña ha priorizado la importancia de que no sea Morena el único representante de los ciudadanos en la Cámara de Diputados.

“Nos va a cargar la trampa, y tendremos un gobierno sin contrapesos que lleve a México al autoritarismo, al colapso de nuestras instituciones y la destrucción de nuestra democracia que tantas vidas y años nos costó conseguir”, opina. 

Hay tres propuestas para impulsar la economía que fortalecieron la campaña de la candidata: la creación de un fondo para apoyar a las medianas y pequeñas empresas, incluyendo créditos con bajos intereses; realizar una reforma fiscal para que quienes ganan menos de 12 mil pesos mensuales no paguen impuestos o por lo menos les sean reducidos; y la creación de un fondo especial para grupos vulnerables para apoyar a personas de la tercera edad, madres solteras o personas con discapacidad.  

“El carácter ciudadano no sólo se demuestra con el ejercicio del voto. Sueño con un país donde los ciudadanos exijan a sus representantes trabajo y resultados, y que hagan valer su carácter de patrones.

“Porque el salario de un diputado y de cualquier gobernante, se obtiene de los impuestos que paga la gente”, señala, “somos los mismos ciudadanos los responsables de no exigir lo que el pueblo merece”.