Washington, D.C. – (Agencias) Después de una caótica jornada electoral, los estadounidenses se despertaron el miércoles con un futuro incierto para las siguientes horas, incluso días. Las boletas se siguen contando, un panorama previsto por la magnitud del voto por correo, en contiendas electorales cerradas que podrían inclinar la balanza para cualquiera de los dos lados.
Una jornada de vuelcos dramáticos y victorias por ambos candidatos. Joe Biden y Donald Trump, luchan en una carrera técnicamente empatada, cada uno con votos del colegio electoral, en un suspendido avance hacía los 270 necesarios para ganar.
El campo de batalla se redujo a dos tríos de estados, uno en el norte y otro en el sur -Pensilvania, Michigan y Wisconsin- que le dieron la victoria a Trump sobre Hillary Clinton en 2016; así como, Arizona, Nevada y Georgia, los dos primeros encabezados por Biden y en el tercero aún atrás, pero avanzando.
Donald Trump declaro su victoria prematuramente y anunció que pedirá a la Corte Suprema suspenda el conteo de los votos. Biden, por su parte, pidió paciencia a sus partidarios, y por ende a Trump, y dejar que se lleve a cabo el proceso.
Su aparición a media noche mostraban la cruda verdad de una lucha electoral descarnada que muchos temen saltará a los tribunales, mientras los abogados de Trump se preparaban para la contienda legal.
La declaración adelantada de Trump en la Casa Blanca, viene a caldear los ánimos de una sociedad tensa y profundamente dividida. Biden, en un escenario lleno de banderas en Wilmington, Delaware, pidió calma y trató de calmar a sus partidarios, sacudidos por una votación mas cerrada de lo que las encuestas anunciaban.
“No es mi lugar ni el de Donald Trump señalar quien gano”, dijo Biden ante un coro de bocinazos desde los carros de los asistentes al mitin. “Esa es decisión del pueblo”.
Trump califico el conteo de votos como un fraude importante en nuestra nación. “Queremos que la ley se use de manera adecuada”, dijo. Y recalcó: “Iremos a la Corte Suprema de Estados Unidos. Queremos que paren el conteo”.
El conteo de votos continuo desde Pensilvania hasta Nevada, mientras los funcionarios trabajan con un mar de papeletas por correo y un gran número de votos en persona, que seguramente romperán los registros históricos de participación en una elección.
Trump logró retener dos estados del Sur que el exvicepresidente esperaba arrebatar de la columna republicana: Georgia y Carolina del Norte. Estos no eran estados imprescindibles para Biden, pero gastó mucho en ambos estados y los visitó en la recta final de la campaña.
Biden perdió Texas, en donde los demócratas invirtieron hasta al último con la esperanza de que el repudió a Trump llegara, cosas que no ocurrió. También perdió en Florida, donde la comunidad cubano-estadounidense de Miami le dio a Trump la certeza del triunfo.
Pero Biden logro compensar esa derrota con una sólida ventaja en Arizona, un estado que Trump ganó en 2016. Eso, más el triunfo por un solo voto en el segundo Distrito del Congreso de Nebraska puede ser crucial. El camino para el triunfo de Biden es posible sin ganar Pensilvania, si gana en los estados donde ganó Hillary Clinton en 2016, y agrega Michigan y Wisconsin, de acuerdo a The New York Times.
La importancia de Arizona se hizo patente, cuando Trump enojado regaño a la cadena Fox News por dar a Biden ganador en ese estado, mientras faltaban muchos votos. Trump intenta detener el escrutinio en estados como Pensilvania, Michigan y Wisconsin donde Biden expresó su esperanza en ganarlos.
Trump declaró en su cuenta de Twitter. “Están tratando de robar las elecciones”, poco después de que Biden había hablado. Twitter de inmediato califico el contenido como “discutible y posiblemente engañoso”.
