Melba Farías, la Diputada Federal que llamó feminazis a mujeres que protestan por actos violentos de género, dio por muerta a su suplente en la Cámara de Diputados Angélica Ledesma, para evitar que ocupara la curul que le correspondía luego de que la legisladora monclovense pidió licencia para volver a competir por el cargo y buscar su reelección por otros 3 años.
La jugada de Farías fue para evitar que su suplente cobrara la dieta y prerrogativas del órgano legislativo.
Lo anterior fue denunciado por Ledesma, originaria de La Laguna de Coahuila quien ha hecho gran parte de su trayectoria como comunicadora en la Región Carbonífera de Coahuila, donde es ampliamente conocida, motivo por el cual el Partido del Trabajo le propuso la suplencia de la diputación, en una alianza con Morena en las elecciones del 2018.
Califica como un infierno su paso por la Cámara de Diputados a donde llegó por sus propios medios y sin utilizar recursos de la cámara, haciéndose presente con oficio redactados por abogados y con fe notarial donde Ledesma acreditó su personalidad y que estaba viva y decidida a hacer valer su derecho a ocupar la curul.
Farías le exigía el 50% de la dieta que asciende a 130 mil pesos mensuales más el total de las prerrogativas legislativas.
Informó que llegó el 11 de enero a San Lázaro, dos días antes de la protesta que fue el 13 de enero.
“Fue una locura esa semana porque la señora se dedicó a amenazarme con retirar la licencia si yo no aceptaba las corruptelas que me proponía”, expresó.
Expresó que al negarse a ceder la mitad del sueldo que le correspondían como diputada en funciones, Melba Farías inició una campaña sistemática de acoso, en que la amenazaba con levantar su licencia y regresarse a la cámara, y de esta forma dejarla fuera de dicho órgano.
Poco después de que Ledesma llegó a la Cámara de Diputados, informaron a los legisladores que se pagarían juntos los meses de enero y febrero, y es entonces cuando se reactiva en el portal oficial de Internet 2 días antes a Farías, es decir el 3 de febrero, para hacer efectivo el cobro de ambos meses a pesar de que quien estuvo en funciones y le correspondía cobrar era su suplente.
¿Por qué te decidiste a romper el silencio?- se le preguntó a Ledesma.
Yo te diría, primero, porque no voy a permitir que con injurias enloden mi nombre, dado que todo lo tengo comprobado, y dos, porque guardar silencio de lo que está ocurriendo y me enteré me haría cómplice.
Hay quien señala que Melba Farías renunció a sus aspiraciones para aspirar a otro puesto porque tú te negaste a ocupar la curul.
De ninguna manera, la señora retiró su licencia sabiendo que automáticamente se descalificaba para poder aspirar a la candidatura de la Alcaldía de Monclova, sin embargo lo hizo porque pudo más su ambición económica que sus aspiraciones políticas.
Y cuestionó la contradicción del discurso “no robar, no mentir y no traicionar”, cuando fue exactamente lo que hoy hace la legisladora monclovense.
“El precio de la curul era corrupción y yo no estaba dispuesta a pagarla, mucha gente me conoce y saben que corrupta no soy. Yo me voy, pero con la frente muy en alto”, enfatizó.
