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¡Éxito de la NASA! Estrellan nave contra asteroide

Para los científicos e ingenieros del laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins en Laurel, Maryland, una misión bajo contrato de la NASA operada por ellos, fue una emoción ver el violento final de la nave espacial

Laurel, Maryland. – (Agencias) Como una película de ciencia ficción, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) llevó a cabo con éxito una misión de defensa espacial. Logró estrellar una pequeña nave directamente contra un asteroide a una velocidad de 14,000 mph (27,358 km/h), diseñada para probar si esa tecnología pudiera algún día desplegarse para proteger a la Tierra de una amenaza proveniente del espacio potencialmente catastrófica.

Para los científicos e ingenieros del laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins en Laurel, Maryland, una misión bajo contrato de la NASA operada por ellos, fue una emoción ver el violento final de la nave espacial Double Asteroid Redirection Test (DART).

Dimorphos, el asteroide seleccionado como blanco, tiene un tamaño como el de un estadio o la Gran Pirámide de Giza, dijo un científico del equipo el lunes, y se encuentra a unos 7 millones de millas de la Tierra (unos 11.2 millones de kilómetros) en estos momentos. Se encuentra orbitando un asteroide más grande llamado Didymos. Ninguno de los dos representa una amenaza para la Tierra, ni ahora ni en un futuro distante, informaron los científicos.

La prueba, fue la primera demostración de la NASA de una potencial técnica de defensa planetaria, llamada golpeador cinético.  En esencia se trata de dar un golpe con una fuerza tal a un asteroide hipotéticamente peligroso que logre desviarlo de su curso orbital.

La nave, delo tamaño de una máquina expendedora o de un carrito de golf, fue lanzada en noviembre pasado desde California. Por su parte, Dimorphos es bastante grande, con un diámetro aproximado de 500 pies (unos 152.4 metros), aunque su forma y composición precisas eran desconocidas hasta antes del acercamiento final. Los científicos habían calculado que el choque dejaría una estela de escombros, pero no sería un cambio significativo en su estructura. Sería como si se estrellara el parabrisas.

«Esto no es solo física de bolos», dijo a los periodistas la científica planetaria del Laboratorio de Física Aplicada, Nancy Chabot. «La nave espacial se va a perder». Pero incluso una pequeña desviación en el movimiento del asteroide pudiera salvar la Tierra. Un encuentro lo suficientemente anticipado con asteroide, por ejemplo, de 5 o 10 años, antes de su encuentro proyectado con la Tierra, pudiera ser suficiente para ralentizarlo y que se pierda en el espacio.

Cuando la idea de desviar a un asteroide fue concebida por los ingenieros, aprovecharon una idea ingeniosa que reducirían los costos en gran medida: golpear a un asteroide “moonlet”, que orbita un asteroide más grande. De acuerdo con el ingeniero Andrew Cheng, miembro del equipo creador de la idea, para que se pudiera detectar el efecto de una colisión con un solo asteroide que orbita alrededor del Sol se hubiera necesitado dos naves, porque el asteroide se está moviendo a una velocidad tremenda, por lo que el impacto de una pequeña nace espacial resultaría en un cambio mínimo difícil de detectar.

Pero, una asteroide “moonlet” como Dimorphos, que orbita su gemelo más grande a una velocidad “majestuosa”, el efecto del impacto debería detectarse más fácilmente, inclusos desde la Tierra y el espacio con un telescopio. No era necesario una segunda nave. Tardará al menos dos días para saber si se logró ralentizar y hasta qué punto lo hizo. Los telescopios en la Tierra y en el espacio observaron la colisión, al igual que un pequeño instrumento en el espacio, llamado cubesat, que se desplegó 15 días antes del impacto.

Dimorphos

Fue el lunes, cuando los ingenieros del vuelo enviaron sus últimas correcciones del curso de la pequeña nave DART, y a partir de ese momento se manejaba sola, haciendo los ajustes necesarios de manera autónoma. El vehículo estaba guiado directamente hacía el asteroide más grande y brillante, pero programado para activar los cohetes y saltar hacía el pequeño en cuanto apareciera a la vista.

No se descartaron ningún escenario extraño por que la forma del asteroide no se determinaría sino hasta la última hora antes del impacto. Incluso solo se pudo ver el asteroide más grande en la transmisión en vivo de la cámara de la nave espacial 90 minutos antes del impacto. «Si estamos en el camino correcto, y [el asteroide] tuviera la forma de una rosquilla, volaríamos a través de él», dijo Robert Braun, jefe del sector de exploración espacial en el Laboratorio de Física Aplicada.

No fue sino hasta los últimos minutos del viaje de DART, que la nave espacial y sus operadores humanos en la Tierra pudieron ver bien a Dimorphos. No fue visible en absoluto hasta aproximadamente una hora antes del impacto. Incluso entonces, era solo un punto pequeño y apenas perceptible junto a su gemelo más brillante.

Hubo alegría en el Centro de Operaciones de la Misión cuando el asteroide se hizo más grande en la pantalla. Unos 50 minutos antes del impacto, el gerente del proyecto Edward Reynolds comenzó a pronunciar la misma frase: «Esto es nominal, esto es nominal», una jerga de ingeniería aeroespacial para «todo va exactamente según lo planeado», dijo más tarde.

«Nos hemos encerrado en Dimorphos», informó la ingeniera Elena Adams 27 minutos antes del impacto.