Debido al último reporte de inflación mensual por encima del 7 por ciento, el más alto de las últimas dos décadas, la principal central obrera del país y afín al gobierno peronista de Alberto Fernández se ha movilizado ayer en Buenos Aires para poder protestar contra los empresarios » formadores de precios y especulaciones».
Esta ha sido la primera manifestación liderada por la Confederación General del Trabajo en los tres años de la presidencia de Fernández. De históricos lazos con el Peronismo, la entidad aclaró que la convocatoria callejera no era contra el gobierno, aunque sí hizo un llamado de atención por la falta de medidas efectivas para frenar el alza de precios.
El líder del gremio de camioneros, Playo Moyano, trató como delincuentes a los empresarios más poderosos del país nucleados en la Asociación Empresaria Argentina y le pidió al presidente Fernández » poner lo que tenga que poner, sentar a estos tipos, aplicar lo que tengas hacer. No podemos seguir con este nivel de inflación».
Las cámaras patronales sostienen que su margen de ganancia es ínfima por la carga impositiva y los salarios y que la inestabilidad económica vuelve inviable cualquier plan de inversión.
