Wellington, Nueva Zelanda. – (Agencias) En lo que la policía llamó un “ataque terrorista inspirado en ISIS”, el viernes un hombre identificado como extremista apuñaló a seis personas, varias gravemente heridas, en una tienda de comestibles de Auckland, en Nueva Zelanda, antes de ser asesinado por la policía.
El hombre, un ciudadano de Sri-Lanka, estaba identificado como un extremista y una amenaza para la seguridad y estaba bajo vigilancia policial constante al momento del ataque, informó la primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern.
La policía lo siguió al supermercado, lo mantenían observando cuando de pronto tomo un cuchillo de uno de los estantes y comenzó a acuchillar a los clientes.
“Fue eliminado en un espacio de 60 segundo desde que comenzó el ataque”, dijo Ardern.
Andrew Coster, el principal policía del país, dijo que «la realidad es que cuando vigilas a alguien las 24 horas del día, los 7 días de la semana, no es posible estar inmediatamente a su lado en todo momento”.
“El personal intervino tan rápido como pudo y evitó más lesiones en lo que fue una situación aterradora».
La primera ministra admitió que estaba al tanto del extremista antes del incidente del viernes, pero, dijo, no podía ser detenido legalmente.
Por una orden judicial, no se dio a conocer los detalles del por qué estaba considerado como una persona “de interés nacional”. Las autoridades creen que actuó solo y no se estaba buscando a nadie más relacionado con el ataque.
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«Lo que sucedió hoy fue despreciable. Tenía odio, estaba mal. Fue llevado a cabo por un individuo, no por una fe», dijo Ardern. «Sólo él tiene la responsabilidad de estos actos».
Por su parte, Coster dijo que la policía no pudo anticipar el ataque ya que no tenían ninguna información que pudiera prevenirlos. “Parecía estar yendo de compras”.
De acuerdo con el testimonio de Michelle Miller al sitio web de noticias Stuff, quien se encontraba en la tienda Countdown en Lynn Mall cuando ocurrió el incidente, el atacante “corría como loco”. «Estaba atacando a la gente. Todo lo que escuché fueron muchos gritos».
Varios testigos dijeron que habían visto a un anciano con una herida en el abdomen y a una mujer herida en el hombro. La primera ministra elogió a los ciudadanos que acudieron en ayuda de las víctimas.
El ataque se produce en medio de las preocupaciones pro la variante delta, lo que ha llevado a más de 1,7 millones de personas en Auckland a permanecer bajo estrictas medidas sanitarias.
El país fue puesto en confinamiento nacional completo el 17 de agosto, después de que se registraron nuevos casos de la variante delta. Aquellos en áreas fuera de Auckland están bajo un confinamiento menos restrictivo.
