Burdeos, Francia. – (Agencias) Tras su reunión con los funcionarios que combaten un gran incendio forestal que se reinició en los bosques de pinos del suroeste de Francia y que ha obligado la evacuación de unas 10,000 personas, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, ha sonado la alarma y dijo que Francia debe luchar “más que nunca” contra el cambio climático, pero también adaptarse a él.
Agregó que a partir de septiembre supervisaría una forma de “planificación ambiental” para garantizar que Francia se adapte a las nuevas situaciones climáticas, así como la plantación de nuevos bosques. Más de 1,000 bomberos luchan contra el desenfrenado incendio de las Landas al sur de Burdeos y se esperan nuevos refuerzos.
El enorme incendio que reinicio el martes ha destruido unas 6,800 hectáreas (18,800 acres) de bosques en el área entre el departamento de Gironda y del Parque Nacional de Landas, en el departamento vecino Landas, en el suroeste del país. Gironda ya había sufrido la perdida de unas 15,000 hectáreas de bosques de pino en julio en el mismo incendio que renació el martes.
Los bomberos lo han identificado con un ser viviente. “Es un ogro, es un monstruo”, dijo a la radio RTL Gregory Allione, del cuerpo de bomberos francés FNSPF. Las autoridades advirtieron sobre un “cóctel explosivo” de condiciones climáticas, con el viento y la sequedad del pastizal ayudando a avivar las llamas.
“Las condiciones son particularmente difíciles: la vegetación y el suelo están excepcionalmente secos”, dijo la oficina del prefecto local en un comunicado, advirtiendo que es probable que haya un calor seco extremo hasta el domingo al menos. “Existe un riesgo muy grave de nuevos brotes”. Las temperaturas podrían superar los 40 ° C el jueves en la región, pronosticaron los meteorólogos.
Durante la noche del jueves, el cielo se iluminó de naranja sobre los bosques que arden, aumentando los miedos de los habitantes de la zona conforme avanza el incendio. Remy Lahay, un bombero desplegado cerca de Hostens en el Parque natural Landes de Gascogne, dijo a la agencia France-Presse: “Uno pensaría que estamos en California, es gigantesco… Y aquí están acostumbrados a los incendios forestales, pero estamos abrumados por todos lados, nadie podría haber esperado esto”.
El jueves, los bomberos informaron que habían logrado salvar de las llamas al pueblo de Belin-Béliet, que permanece fantasmal después de que la policía ordenara la evacuación de los residentes. “Luchamos toda la noche para detener la propagación del fuego, en particular para defender el pueblo de Belin-Béliet”, dijo Arnaud Mendousse, del servicio de bomberos y rescate de Gironda.
Allisson Fayol y su padre se quedaron en su casa, , en las cercanías de Hostens, con las maletas empacadas en caso de que tuvieran que hacer una salida apresurada. Después de ver a muchos de sus vecinos salir de sus casa durante la noche, Fayol dijo: “Todavía hay mucho humo, pero por ahora no viene por aquí”.
El pasado mes de julio, el mes más seco registrado desde 1961 en Francia, se inició un fuerte incendio en el área de Landes, destruyendo una franja del bosque y obligando a miles de personas a evacuar antes de que fuera controlado.
Sin embargo, las autoridades locales han dicho que nunca se apagó, que continuo ardiendo sin llamas en la yesca seca del bosque de pino, donde estaba contenido en lo profundo del suelo de turba, suelos carbonosos que se han formado como resultado de una descomposición libre de oxígeno de las plantas muertas, antes de volverse a encender esta semana.
