Internacional

Francia nacionalizará su industria eléctrica

Borne dijo que el primer desafío era la crisis del costo de vida y que esta semana se anunciaría un nuevo paquete de medidas.

París, Francia. – (Agencias) Tras la crisis energética que vive Francia, el gobierno ha decidido nacionalizar una de las empresas más grandes de energía eléctrica del mundo, Électricite de France S.A. (EDF), quien afronta una grave deuda agravada por la guerra de Ucrania, así lo informó la nueva primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, en su primer discurso ante la Asamblea Nacional.

 A pesar de la perdida de la mayoría legislativa por parte del presidente de Francia, Emmanuel Macron, en las recientes elecciones, Borne prometió limitar el impacto del aumento de los precios de la energía eléctrica a los franceses, tratando de convencer a una dividida Asamblea Nacional.

Élisabeth Borne

“Debemos tener un control total sobre nuestra producción y rendimiento de electricidad”, dijo Borne al parlamento en su primer discurso sobre el estado que guarda la nación ante la Asamblea Nacional el miércoles, mientras intentaba ganarse a los partidos de oposición para evitar un estancamiento parlamentario. “Debemos asegurar nuestra soberanía frente a las consecuencias de la guerra y los colosales desafíos que se avecinan… Por eso les confirmo la intención del Estado de poseer el 100% del capital de EDF”.

EDF, uno de los mayores productores de electricidad en el mundo, tiene un 84% de participación del Estado francés. Sin embargo, la empresa enfrenta retrasos y sobrecostos presupuestales en sus nuevas plantas nucleares en Francia y Gran Bretaña, asi como, problemas de corrosión en algunos reactores envejecidos, que han afectado negativamente el precio de sus acciones en los últimos meses.

Reelegido para un segundo mandato como presidente en abril, Macron quiere una inversión masiva en nuevos reactores nucleares como pilar del impulso de Francia hacía la neutralidad del carbón. El discurso de Borne fue visto como un intento de apelar a las diferentes fuerzas de un parlamento profundamente dividido, pero, principalmente a las fuerzas de izquierda quienes también han promovido la idea de la nacionalización de EDF.

Emmanuelo Macron

Francia enfrenta una posibilidad de estancamiento legislativo sin precedente después de que la coalición centrista del presidente Macron tuviera grandes perdidas en las elecciones legislativas del mes pasado. La coalición Ensemble (Juntos) del presidente, a pesar de obtener la mayor cantidad de escaños en la Asamblea Nacional, se quedó a 40 escaños de obtener la mayoría absoluta que necesita para aprobar sin contratiempo sus propuestas, y que había gozado durante el primer quinquenio en el cargo.

El partido France Unbowed de Jean-Luc Mélenchon, de extrema izquierda, aumentó en gran medida sus escaños y ahora es el mayor partido de izquierda en una amplia coalición conocida como los Nupes, que incluye a los socialistas y los verdes y se convirtió en el grupo mayoritario de oposición. Del mismo modo, la Agrupación Nacional de extrema derecha de Marine Le Pen experimentó un aumento histórico y aumentó considerablemente sus escaños, colocándose como el tercer grupo dentro del parlamento.

El gobierno de Francia se enfrenta a una lucha constante para aprobar la legislación y espera negociar compromisos caso por caso con ciertos legisladores de la oposición, buscando los 40 votos necesarios. Este es un marcado contraste con el enfoque de arriba hacia abajo del poder de Macron en su primer mandato de cinco años, cuando tuvo una mayoría absoluta en un parlamento que en gran medida aprobó sus planes.

Élisabéth Borne

“El desorden y la inestabilidad no son una opción para Francia”, advirtió Borne al nuevo parlamento en su estridente primera sesión, donde a menudo tuvo que soportar presiones con cánticos, abucheos y gritos. “Debemos devolverle el significado a la palabra compromiso”, dijo, y prometió “abordar cada proyecto de ley con un espíritu de diálogo” y apertura.

Mientras Francia entra en una nueva era de incertidumbre política, Borne se vio obligada a articular una visión política para Francia después de que el liderazgo de Macron fuera acusado de perder el rumbo en la política interna en las últimas semanas. El presidente mantiene el liderazgo en la política internacional de Francia, pero ya no tiene las manos libres en los objetivos internos, incluido su plan para aumentar la edad de jubilación o reformar el sistema de beneficios.

Borne dijo que el primer desafío era la crisis del costo de vida, este mes la inflación llegó a 8.1% ,  y que esta semana se anunciaría un nuevo paquete de medidas. Dijo que Francia debe seguir adelante con los cambios en el sistema de pensiones y agregó que «no había ningún proyecto ya grabado en piedra», pero que una revisión era «indispensable». Dijo que el modelo social francés era una «paradoja», como uno de los más generosos del mundo mientras la gente trabaja la menor cantidad de años.

Bornme dijo que sus prioridades eran ayudar a las familias de bajos ingresos a hacer frente al aumento de sus facturas y los costos, liberar fondos adicionales para el servicio de salud que se encuentra en apuros y abordar las desigualdades, incluida la revisión de los beneficios por discapacidad, mientras presionaba por el pleno empleo.

El retraso por parte del gobierno de Macron de la “urgente” legislación climática sobre las energías renovables hasta septiembre ha sido duramente criticada. Borne insistió que el medio ambiente era una prioridad del gobierno. Borne dijo que estaba orgullosa de ser la segunda mujer primera ministra de Francia y prometió a la dividida Cámara Baja: “Lograremos construir juntos”.

Pero las reacciones no se hicieron esperar. Mélenchon dijo que el discurso de Borne “no ofreció nada que nos permitiera encontrar compromisos”. Un legislador del derechista Les Républicains, visto como el más cercano a un posible compromiso con el gobierno, calificó el discurso como “un catálogo de banalidad”.