Ceuta, España. – (Agencias) Poco a poco la situación en Ceuta comienza a normalizarse, pero el mar trae a la costa los cuerpos de aquellos que intentaron llegar al suelo español estos últimos días.
Hasta el momento, las autoridades han recuperado dos cuerpos. Ellos y otros miles que sí pudieron llegar a la playa del Tarajal, se han convertido en los rostros de la crisis migratoria europea.
Rostros acompañados de las historias de los rescatistas. Como Luna, una estudiante madrileña que realiza sus prácticas de Grado Superior de Integración Social en Ceuta, que consoló a un joven tras llegar a la orilla.
Un acto de humanidad que quedó inmortalizado por el fotógrafo Bernat Armangué, que cuenta a las cámaras como fue ese momento, llamado por muchos como “el abrazo sin fronteras”.
Armangué también captó otros momentos. Para él estas fotografías transmiten el dolor de esos migrantes que buscan una nueva vida pero que serán devueltos a sus países de origen.
«Era curioso ver, por un lado, tenías a la compañera de la Cruz Roja dando apoyo y también a soldados del ejército español que también venían a dar apoyo y a cinco metros a la derecha, tenías a las fuerzas de seguridad agarrando y arrastrando a otros grupos de migrantes subsaharianos, llevándolos de vuelta. Es decir, fueron momentos de sentimientos encontrados».
Son historias que llegan, pero no se van, al menos no del todo. La crisis ha hecho relucir que España necesita migrantes, pero en palabras del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, no puede ser de este modo, arriesgando la vida.
