Tal parece que el hecho de que los taxistas de diferentes gremios se pronunciaron en contra de las aplicaciones móviles de transporte público, además de que arremetieran contra los mismos usuarios y transportistas, le salió al revés a lo que pretendían.
Y es que ha proliferado en redes sociales una gran cantidad de denuncias públicas por parte de usuarios que, de manera personal, han sufrido malos servicios o cobros excesivos de taxistas.
En perfiles de Facebook y Twitter una persona plenamente identificada, que asume la responsabilidad de su denuncia, señala a un taxista y muestra una fotografía de la unidad que le cobró de manera excesiva, y que además le agredió verbalmente.
Ante esto las autoridades no han señalado qué procederá, ya sea en contra de taxistas como de operarios de aplicaciones como Uber e InDriver.
Muchos usuarios han señalado que, de continuar esta situación, no utilizarán más taxis y se apegarán al empleo de las citadas aplicaciones, donde incluso serían capaces de defender los intereses de sus operadores.
