Kabul, Afganistán. – (Agencias) Afganistán se desangra por la violencia talibán, cuyos combatientes controlan más de 130 distrito en el país.
Todo mientras una delegación de los insurgentes reanudaba este sábado en Doha (Catar), las negociaciones de paz con el Gobierno afgano. Los talibanes reclaman la liberación de 7,000 prisioneros de las cárceles y la exclusión de sus miembros de la lista negra de sanciones de Naciones Unidas (ONU).
Unas contrapartidas hacia la paz difíciles de asumir, en un país que se ve incapaz de garantizar la seguridad, tras la marcha de las tropas internacionales.
La inestabilidad ha llevado al Gobierno francés a evacuar este sábado, en un vuelo especial, a sus nacionales y a los afganos que han trabajado para la Administración francesa.
«Los talibanes han intensificado los ataques, ataques a las ciudades, y estaba, estaba en peligro, me siento en peligro así que por eso he decidido marcharme a Francia», ha explicado Bakar Ahmad Arefi, empleado de la embajada de Francia.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo evolucionará la situación.
Ante el temor a que los talibanes puedan atacar en cualquier momento el aeropuerto de Kabul, la mayoría de los extranjeros aprovechan la única vía de salida para abandonar la ciudad.
