Nueva York, EUA. – (Agencias) De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, un grupo de hackers norcoreano ha tratado de penetrar en los sistemas de la farmacéutica AstraZeneca, según declararon dos fuentes anónimas cercanas al asunto, en una entrevista exclusiva.
Los delincuentes cibernéticos se hicieron pasar por unos reclutadores en la red social LinkedIn, lo mismo que en la plataforma de WhatsApp, para acercarse al personal de la empresa, de acuerdo con Reuters.
Al entablar contacto, le envían ofertas de trabajo falsas que contenían códigos malignos y que les ayudaban a acceder a la computadora de la víctima.
Este método de piratería informática se utilizó contra un amplio grupo de personas, incluido trabajadores que investigan la enfermedad Covid-19, provocada por el SARS-CoV-2.
Sin embargo, se cree que todos estos crímenes no han surtido el efecto esperado, comunicó uno de los interlocutores de la agencia.
Si bien los funcionarios de Estados Unidos atribuyen estos ataques a una campaña de hackeo lanzada por Corea del Norte, Pyongyang lo ha negado en repetidas ocasiones.
Las autoridades norcoreanas aseguran que su país no dispone de una línea de contacto directa con el extranjero.
Sin embargo, algunos expertos en los países occidentales señalaron que, anteriormente las campañas de hackeo se dirigían a los sectores de defensa y empresas de medios. Pero desde hace poco tiempo han atacado a las farmacéuticas que realizan investigaciones sobre el Covid-19.
De acuerdo con los especialistas, los ataques cibernéticos a los organismo de salud, los científicos involucrados en el desarrollo de vacunas y los fabricantes de medicamentos se han disparado durante la pandemia.
Los hackers, los contratados por algún país o los que actúan de manera ilegal, han puesto todas sus armas para conocer cualquier tipo de información sobre las últimas investigaciones sobre el coronavirus y su brote.
Los funcionarios de los países occidentales dicen que los datos robados podrían venderse con fines de sacar beneficio. Utilizarse para extorsionar a las víctimas o dar a los Gobiernos extranjeros una valiosa ventaja estratégica en la lucha contra el virus.
A principios de este mes, Microsoft, el gigante tecnológico, informó haber detectado a dos grupos de hackers norcoreanos tratando de penetrar las defensas de los desarrolladores de vacunas de varios países.
No dio, sin embargo, ninguna información sobre la identidad del grupo.
A su vez, los legisladores de Corea del Sur comunicaron el 27 de noviembre que la agencia de inteligencia de su país había conseguido frustrar algunos de estos ataques.
Esta no es la primera vez que los fiscales de Estados Unidos han acusado a Corea del Norte de perpetrar los ataques cibernéticos más audaces y perjudiciales en la historia del mundo.
También atribuyeron a los hackers norcoreanos la autoría sobre las filtraciones de correos electrónicos de la empresa de cine Sony Pictures en el 2014, el robo de 81 millones de dólares al banco central de Bangladesh en el 2016 y la expansión del virus electrónico WannaCry en el 2017.
Pyongyang ha rechazado todas estas acusaciones, calificándolas ser producto de los intentos de Estados Unidos para difamarlos.
