Internacional

Guerra entre pandillas deja 20 muertos, familias huyen

Los combates, que se producen en cuatro distritos del otro lado de la capital, son una nueva ola de violencia criminal entre las bandas que san cada vez más poderosas que luchan por el control de más territorio ante el vacío de poder

Puerto Príncipe, Haití. – (Agencias) Haití, el sufrido país del caribe que no acaba de recuperarse del terremoto del 2021 y del asesinato del presidente Jovenel Moïse por un grupo de mercenarios, ahora las pandillas han hecho su aparición en la catastrófica escena para sumar más problemas y muertes.

Uno de los pocos barrios tranquilos de Puerto Príncipe, la capital, se convirtió en la zona cero de la lucha entre las bandas que ya ha dejado ya 20 muertos, docenas de heridos y ha obligado a miles de familias ha abandonar sus hogares en busca de seguridad, tras una semana de terror.

La difícil relación de las pandillas y las empresas en Haití –  Cvennoticias.net

Los combates, que se producen en cuatro distritos del otro lado de la capital, son una nueva ola de violencia criminal entre las bandas que san cada vez más poderosas que luchan por el control de más territorio ante el vacío de poder que arrojó el magnicidio del 7 de julio de 2021.

La guerra entre bandas ha obligado a familias enteras a abandonar sus hogares, que son saqueados o incendiados durante los violentos enfrentamientos. Los rostros de terror de los padres de familia que agarraban desesperados a los niños de la mano mientras cargaban sobre sus cabezas las pocas pertenencias que pudieron salvar después de que pandilleros los expulsaran de sus hogares.

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Estos nuevos refugiados se suman a los miles de haitianos afectados por el aumento de la violencia de las bandas el año pasado en la comunidad de Martissan, al sur de Puerto Príncipe, que siguen viviendo en refugios instalados por el gobierno, abarrotados y con muy poca higiene, sin embargo, no se sabe a dónde irán.

El grave problema de seguridad ha llevado a la comunidad internacional a ayudar a reforzar a un departamento de policía que cuenta con poco personal y escaso presupuesto de manera que el gobierno del primer ministro Ariel Henry, que lucha por mejorar la seguridad, pueda mejorar las fuerzas del orden.