Bogotá, Colombia. – (Agencias) La Embajada de los Estados Unidos en Bogotá confirmó la presencia de asesores militares de ese país en la base de la Brigada 30 que en la tarde de este martes fue atacada con un carro bomba por presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional.
De acuerdo con la embajada de Estados Unidos, “un reducido número de militares estadounidenses se encontraba en la base militar en Cúcuta realizado labores de entrenamiento con una unidad colombiana en el momento de la explosión”.
“Todo el personal de Estados Unidos. ha sido verificado y no hay reportes de heridos serios», dijo la delegación diplomática a través de un comunicado. Fuentes en Colombia hablan de 11 americanos en el lugar de los hechos.
La Embajada manifestó su «dolor y tristeza» por el ataque, así como su «solidaridad» con los militares heridos. «La cooperación con las Fuerzas Armadas colombianas es uno de los pilares de nuestros esfuerzos por combatir el crimen transnacional en la región», señaló.
La Embajada destacó que «se enorgullece de su relación duradera con las Fuerzas Armadas de Colombia, que incluye entrenamientos y ejercicios conjuntos».
Por su lado, el Ministro de Defensa, Diego Molano, confirmó que el personal militar norteamericano no tuvo mayores afectaciones por los dos estallidos. Se trata de asesores que trabajan con la Fuerza Pública colombiana en labores antinarcóticos en la región del Catatumbo, limítrofe con Venezuela.
Esa es la segunda zona del país con más cultivos de coca, y la cercanía de la frontera la convierte en una de las más disputadas por los grupos irregulares colombianos, que aprovechan el territorio del vecino país y la corrupción de muchas de sus autoridades para sacar el alcaloide hacia Europa y Centroamérica.
En los videos grabados por uniformados en la Brigada 30 quedaron registrados varios de los norteamericanos, momentos después de las dos detonaciones del carro bomba.
El ministro de Defensa, Diego Molano, confirmó que las primeras hipótesis del atentado conducen al ELN, si bien no descartó la participación de las disidencias del frente 33 de las FARC, que delinquen también en la región.
Ahora, además de enfrentar la persecución colombiana, los responsables del ataque tendrán que enfrentar a la justicia de los Estados Unidos, que en otras oportunidades ha procesado a miembros de grupos armados irregulares que afectan a sus ciudadanos o militares con sus ataques en Colombia.
De hecho, de comprobarse la autoría del ELN, sus jefes -varios de los cuales se refugian en Cuba y Venezuela- podrían terminar cobijados con solicitudes de extradición por estos hechos para ser procesados en cortes federales.
