Habitantes de diferentes colonias de Acapulco, Guerrero, aprovecharon la caótica situación que se vive en esa localidad para entrar a centros comerciales y llevarse productos sin pagarlos.
Tras el paso del huracán Otis, el puerto pasó su primera noche en medio de la zozobra y la rapiña.
Sus habitantes aprovecharon la oscuridad para entrar en grupos a tiendas como Bodega Aurrera, Soriana,Elektra, Coppel, Oxxo y zapaterías, entre otros comercios.
Se llevaron artículos como refrigeradores, colchones, lavadoras, motocicletas y bicicletas.
La acapulqueña María de los Ángeles Domínguez justificó el acto diciendo: “Yo me llevaré un colchón, pues es donde dormiremos el día de hoy”.
“La rapiña está a todo lo que da”, comentó un comerciante que permanecía al pie de su negocio tratando de evitar ser víctima de los saqueadores.
Por lo pronto, la ciudad continúa sin servicio de agua potable y energía eléctrica.
Autoridades de diferentes órdenes de gobierno continúan llegando al puerto para prestar la ayuda que necesitan los guerrerenses en estos momentos.
