Cuando los riñones no funcionan adecuadamente, se empiezan a alterar muchas funciones del organismo, al no identificar los síntomas y atender con oportunidad sobreviene una insuficiencia renal aguda o crónica por lo cual es importante que quienes padecen diabetes mantengan un estricto apego al tratamiento y estén atentos a la detección oportuna de esta enfermedad.
El especialista en medicina interna adscrito al Hospital General de Zona 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Saltillo, Pavel Carrillo Molina, detalló que algunos de los síntomas más frecuentes de la enfermedad renal son urgencia en la necesidad de orinar, el desecho es más claro u oscuro que lo habitual, sangrado y/o sensación de presión.
“Hinchazón, principalmente en piernas, tobillos, pies y cara, erupciones cutáneas, picores o molestias, así como continua resequedad en la piel”, detalló.
Otras de las manifestaciones más comunes son cansancio, aumento en las ganas y necesidad de dormir y pese a ello sentirse exhausto, agregó.
“También es notable la falta de aliento, no tan sólo cuando se realiza una actividad sino también estando en reposo”, expuso.
Señaló que lamentablemente algunos pacientes llegan a atención médica en fase avanzada y en muchos casos ya deben ser canalizados a tratamientos más agresivos como la diálisis, hemodiálisis o trasplante renal.
“En cambio, cuando un padecimiento de este tipo se atiende con oportunidad, se suministran tratamientos que permiten mantener la calidad de vida y contener el daño, por ello la importancia de que las personas conozcan los síntomas”, comentó.
Asimismo, recomendó tomar los líquidos necesarios para producir de dos a tres litros de orina al día, hidratarse constantemente, sobre todo cuando realicen actividad física, un control regular de los niveles de glucosa en sangre, monitorear la presión arterial de forma regular, comer saludablemente y mantener un peso adecuado.
Finalmente, el especialista agregó que para prevenir las afecciones renales se debe evitar el consumo de carne roja, las bebidas gaseosas, el alcohol, café, tabaco, tomar mínimo dos litros de agua al día y aumentar el consumo de frutas y verduras crudas y cocidas, además llamó a no automedicarse, ya que algunos fármacos pueden afectar gravemente los riñones.
