Opinión

IMPERDONABLE MATANZA EN REYNOSA

Le suplico que no se confunda con los hechos ocurridos en Reynosa, Tamaulipas.  

Se reportó el asesinato de 18 personas a manos del crimen organizado, y de inmediato juzgamos: eran narcotraficantes, eran delincuentes, o mínimo decimos “es que andaban mal, por algo los mataron”.

Las personas muertas fueron elegidas al azar, todos son inocentes y ajenos a ese mundo podrido y corrompido. 

El perseguido, señalado e investigado gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, manifestó que el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de Justicia del Estado confirmaron que se trata de un hecho sin precedentes; había albañiles, estudiantes, madres de familia, enfermeros, todos ellos gente buena parados en el lugar y hora equivocados.

El problema, presidente López Obrador, es que las consecuencias de las estrategias fallidas siempre las paga el pueblo, y si las formas de enfrentar a la delincuencia organizada de Felipe Calderón y Enrique Peña nos salieron a deber, la de “Abrazos, no balazos”, hace que duela el estómago sólo de mencionarla.  

¡SE LOS DIJE! SIGUEN LOS NIÑOS DE CONTAGIARSE.  

Apenas la semana pasada comentaba del inminente fracaso del retorno a clases de forma presencial, y al día de hoy, ya hay cambios importantes.   

La Secretaría de Educación confirmó contagios de COVID-19 en instituciones educativas de diferentes alcaldías de la Ciudad de México, lo cual obligó a las autoridades a realizar cambios.   

Tal y como lo marca el protocolo, en cualquier institución del País donde se reporte un caso positivo deben suspenderse las clases.   

La autoridad educativa federal no corrió el riesgo y decidió cancelar el esperado retorno.

Desde el pasado lunes (21 de junio), y con base en la Guía de Orientación para la Reapertura de las Escuelas, las primarias y secundarias operan como Centros Comunitarios de Aprendizaje enfocándose en impartir jornadas contra el rezago escolar y asesoría pedagógica para los quienes deseen asistir.   

Parece malo o poco, pero es cuestión únicamente de poner en la balanza qué se debe privilegiar: si el aprendizaje o la salud de los más pequeños. No es lo ideal, pero honestamente, no hay opción.   

YA HAY COVID EN PRIMARIAS DE COAHUILA

No se sorprenda, porque vamos volando al mismo panorama. A la par de los acontecimientos que les comento, en Saltillo, Coahuila, la Secretaría de Educación realizó lo propio, y mediante un comunicado confirmó el caso de un alumno de la escuela Anexa a la Normal, además de su madre. 

Evidentemente se cancelaron clases.   

En el retorno a las aulas, las condiciones de la educación pública y privada son diferentes en todos los sentidos.   

Es bien entendido que, por el tema de recursos, los colegios tienen la posibilidad de implementar mayor cuidado para evitar el virus, pero también tienen “la hebra muy larga”.  Se les da total libertad de decisión mientras cumplan con las medidas, y las escuelas privadas reciben niños mientras los padres de familia depositen la colegiatura.   

Nada más basta un parpadeo para que los contagios se multipliquen, y los niños siempre fueron los pasajeros perfectos por su virtud de compartir e interactuar.