La Prensa
Un infierno vivió una familia, después de que su casa fuera reducida en cenizas, resultando dos menores con quemaduras, mientras que vecinos se solidarizaron para tratar de apagar el fuego que dejó en la calle a la familia.
Fue la madrugada de ayer cuando se reportó que en la Calle 15 de la Ampliación Hipódromo, una casa se encontraba en llamas y que la familia estaba atrapada entre el fuego, por lo que rápidamente se trasladaron diversos cuerpos de rescate.
Dos integrantes de la familia Ana Karen de 13 y Víctor Manuel 15 años de edad resultaron con quemaduras leves, uno de ellos fue necesario trasladarlo a un hospital y la jovencita fue atendida por socorristas del Grupo de Urgencias Básicas de Coahuila, mientras que la Cruz Roja trasladó al jovencito a un hospital.
El incendio puso en apuros a los bomberos, que requirieron otra pipa con agua y tras dos largas horas, se logró controlar el fuego.
María Elena Arzola Sánchez de 61 años de edad y Agapito Juárez Hernández 62 años de edad, presentaron una ligera intoxicación, siendo este último quien narró que hace varios años, también se incendió su hogar, pero en esta ocasión si hubo pérdida total.
El padre de familia mencionó que estaban dormidos y un vecino fue el que los despertó, no había manera de salir, pues el fuego tapaba la puerta, por lo que tuvieron que hacer un agujero en la pared para sacar a los tres hijos.
Agapito, de oficio taquero, dice que tienen cuatro meses sin trabajo, pues por su edad no ha podido encontrar trabajo y eventualmente se dedican a recolectar cartón.
Tres cilindros de gas fueron sacados y por suerte, no tenían gas comentó Don Agapito mientras veía como el refrigerador que con tanto esfuerzo compro era consumido por el fuego.
El incendio acabo con la vivienda y también daño postes de Teléfonos de México; hubo momentos que estuvieron intensos, dos unidades de ataque rápido y un camión pipa se quedaron sin agua y hubo necesidad de esperar a que llegara otra unidad.
Hubo miedo entre los vecinos que de simples espectadores, pasaron a la acción y apoyaron lanzando cubetas de agua que sustrajeron de un tinaco de una vivienda cercana, la cual fue derretido por el calor.
María Elena Arzola tuvo que ser revisada por socorristas al presentar una crisis nerviosa, al sentir temor por perder a sus hijos, por lo que rescatistas fueron requeridos para revisarla, porque se sentía desmayar, pero poco a poco fue tranquilizada con apoyo de sus vecinos.
