Washington D. C. – (Agencias) La inflación golpea fuertemente a los consumidores estadounidenses. El mayor aumento desde hace 3 décadas, 6.2%, lo que complica la agenda de Biden y la hoja de ruta de los responsables políticos de la economía de Estados Unidos.
De acuerdo con reporte del mes de octubre de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el crecimiento de los precios está impulsado por el aumento de la energía y los atrasos en la cadena de suministros, como el mercado de autos usados, según The Washington Post.
La gasolina subió un 49.6% con respecto del año anterior. Los altos costos de la energía están subiendo el precio de todos los demás productos, llegando a afectar a una, de por sí, tensa cadena de suministros.
Un aumento que comenzó en sectores estrechos ya se ha extendido a toda la economía de Estados Unidos.
La BLS también señaló que los precios altos de “base amplia” (demás sectores como servicios) no solo han sido impulsados por la energía o la cadena de suministros, sino también por el alojamiento, los alimentos y los autos nuevos.
En octubre, los mobiliarios, la atención médica, y las operaciones de la casa aumentaron también.
De septiembre a octubre, los precios en general subieron 0.9%, igualando a junio con el mayor aumento desde la Gran Recesión. Pocas cosas vieron caer su precio, entre ellos los viajes y el alcohol.
La inflación se ha convertido en un controvertido tema político y económico durante la era de la pandemia, de acuerdo con The Washington Post.
Durante años, la inflación se mantuvo por debajo del 2% de acuerdo con los objetivos de la Reserva Federal y fuera del tema político en los corrillos de Washington D.C.
Sin embargo, para los responsables de las políticas y economías, el choque de los atrasos de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y la actual incertidumbre en medio de una crisis de salud pública, se han convertido en una prueba crucial, y no está claro cuando termine.
La ola de precios altos se produce en momentos en que Biden trata de juntar el apoyo a un paquete de 2 billones de dólares.
Por lo pronto, el senador demócrata por Virginia, Joe Manchin III, clave para el éxito del paquete, externó nuevas preocupaciones sobre la inflación, basándose en sus advertencias sobre un mayor gasto del gobierno.
Biden intento atajar las preocupaciones el miércoles destacando las buenas noticias en la economía, incluida la mayor baja en solicitudes de beneficios de desempleo.
Dijo que su agenda económica, incluido el paquete de gasto para infraestructura recientemente aprobado por el Congreso, reducirá los precios.
«La inflación perjudica los bolsillos de los estadounidenses, y revertir esta tendencia es una prioridad para mí», dijo Biden en un comunicado.
