Fitchburg, Massachussets. – (Agencias) Verda Tetteh subió al pódium para su discurso de graduación como la mejor estudiante de Fitchburg High School, en Fitchburg, Massachussets, y habló de resiliencia.
“Porque si somos honestos con nosotros mismos, alguno de nosotros nacimos con las probabilidades en contra”, dijo a sus más de 200 compañeros, donde la mayoría de ellos, afroamericanos y latinos, son considerados “económicamente desfavorecidos”.
Y llorando dijo: “A cada niño inmigrante, ¡Puedes hacerlo!”. Tetteh, que es miembro de una familia inmigrante de Ghana, lo había hecho. Ganó la prestigiosa beca estatal y la admisión en Harvard.
Además, el viernes, en la ceremonia de graduación, le fue concedido el premio a la excelencia académica, que otorga 40,000 dólares.
Tetteh regresó a su asiento después de sonreír para la foto con su toga y birrete. La ceremonia continuó. Pero cuando el director terminó su discurso, Tetteh regresó al pódium para decir algo fuera del guión.
Ella había escuchado al director llamar a los alumnos a “ser desinteresados y a ser audaces”. Entonces tonó el micrófono y pido al director entregara el premio de 40,000 dólares a un alumno de una escuela comunitaria de estudiantes de bajos ingresos de la ciudad, como la que ayudó a su madre.
«Estoy muy agradecida por esto, pero también sé que no soy la que más lo necesita», dijo. Sus compañeros que permanecían sentados, se levantaron a dar su segunda ovación.
«Nunca he visto nada como eso», dijo el director Jeremy Roche a The Washington Post el martes.
Tetteh estaba compartiendo su éxito duramente ganado con otros, después de un año particularmente devastador que han puesto las desigualdades del sistema educativo estadounidense ante un nuevo contexto.
Presionando a las familias, enviando a los estudiantes a casa a aprender en circunstancias muy diferentes y empujando a miles de estudiantes de bajos ingresos a abandonar sus estudios en medio de un acceso ya desigual a un producto caro: la educación universitaria.
Roche dijo que la decisión sorpresiva de Tetteh fue una respuesta contundente a la “mala reputación” que a veces se les da a los jóvenes de escasos recursos de escuelas como la de Fitchburg High School en todo el país.
«Ella representó a la clase y a la escuela increíblemente bien, e incluso me atrevería a decir, a su generación».