Mariana tenía 24 años, era recién egresada de de la carrera de medicina en la Universidad Autónoma de Chiapas, una joven llena de entusiasmo e ilusiones, quien deseosa de convertirse en médico, realizaba su servicio social en la comunidad de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo.
Mariana dejó su casa, su familia, su seguridad, para llevar atención médica a esa comunidad tan alejada, para seguir su vocación de llevar salud a la gente. En ese sitio, Nueva Palestina, fue atacada sexualmente por integrantes del lugar.
Esta agresión ocurrió hace dos meses, dos meses en los que las autoridades hicieron caso omiso a su denuncia, dos meses en que no solo no detuvieron a sus agresores, no la cambiaron de comunidad, no la escucharon. Mariana presentó su denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado, al mismo tiempo que acudió a Secretaría de Salud a buscar apoyo, de quienes lo único que obtuvo fueron unos días de “vacaciones” para recuperarse, mismos días en que no recibió el dinero de su beca, mismos días en que Mariana no tuvo dinero ni apoyo, días en los que debía permanecer en la habitación del centro de salud, el lugar donde fue atacada.
Hoy, Mariana fue encontrada sin vida, con señales de suicidio. La FGE será quien abra la investigación de este caso, la misma FGE donde ella denunció y decidió ignorar sus súplicas de auxilio, misma FGE que de haber actuado a tiempo, pudo evitar esta tragedia.
Descansa en paz Mariana, nosotras, desde donde estamos, seguiremos exigiendo justicia por ti, y por que no haya ni una más en este país.
