Ha generado controversia en redes sociales y en la población el que, durante varias semanas, después de una protesta pública en la Plaza de Armas de Saltillo, Coahuila, aún no se haya dejado libre el paso peatonal.
“Es una decisión entre varios órdenes de gobierno para que no se cometan delitos, hay índices de comisión de delitos de robo en este lugar y otras situaciones que se están previniendo”, justificó Gerardo Márquez Guevara, fiscal general del Estado, dependencia encargada de los elementos que resguardan el lugar.
El fiscal manifestó estar consciente de que los grupos antimotines instalados en el sitio son más notorios y “espectaculares” en su presencia que un policía destacamentado en otra área de la policía estatal.
Esto pudiera indicar que el área se encuentra resguardada, sin embargo, es sólo vigilancia para evitar la comisión del delito, aseguró este 19 de noviembre.
