Nueva York, EUA. – (Agencias) La famosa Ketchup, esa salsa de tomate adulzada que se usa en las comidas y altamente consumida en Estados Unidos, está escaseando de manera alarmante en el país debido al Covid.
Los restaurantes están luchando por conseguir el aderezo más popular del país en paquetes individuales, una mercancía altamente demandada.
Y es que, debido a la prohibición de consumo dentro de los restaurantes por el Covid este último año, ha hecho que la mayoría venda sus productos para llevar, de acuerdo con el Wall Street Journal (WSJ).
Además, como medida sanitaria, han obligado a los restaurantes ha cambiar las botellas compartidas de Ketchup por empaques u otro tipo de contendedor de uso individual, lo que ha contribuido a la escasez.
Los precios de los paquetes individuales subieron 13% desde enero de 2020, debido al aumento de la demanda, y Heinz, el mayor productor del mercado, no ha podido alcanzar a producir la cantidad necesaria.
La icónica marca ha pedido a sus clientes paciencia mientras aumenta su capacidad de producción en un 25%, para producir más de 12,000 millones de sobres al año, de acuerdo con el WSJ.
«Estamos ocupados haciendo todo lo que podemos», dijo al periódico Steve Cornell, un ejecutivo de Kraft Heinz, la matriz de Heinz.
Jugando con Heinz a ponerse al día.
El dueño de Blake Street Tavern en Denver, Chris Fuselier, tuvo que cambiar de marca el mes pasado, después de que su pedido llegara sin Heinz.
Fuselier entró en pánico: «¿Cómo podemos servir papas fritas sin ketchup Heinz?» se preguntó en ese momento.
De acuerdo con el WSJ, la escasez ha obligado a las grandes cadenas de restaurantes a buscar métodos alternativos para obtener el preciado condimento.
Los precios de los paquetes individuales han aumentado. La cadena de comida rápida Long John Silver, ha pagado 500,000 dólares en kétchup, al tener que comprar a proveedores secundarios conforme aumentaba la demanda.
De acuerdo con el WSJ, algunos gerentes de restaurantes Texas Roadhouse, que consumieron 55 millones de onzas (más de un millón y medio de kilos) el año pasado, tuvieron que acudir a surtirse a Costco y otros mayoristas ya que sus proveedores habituales se habían agotado.
«Nos sentimos como el fondo del barril», dijo al periódico el portavoz de Texas Roadhouse, Travis Doster.