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La arqueóloga, por Javier «tigrillo» Vallejo

La arqueóloga del museo comentaba que las calumnias que existen sobre el emperador Nerón son fabricadas desde la antigüedad debido a que no simpatizaba con los políticos y en especial con los senadores de Roma. Precisamente éstos se encargaron de oscurecer su historia y pagándoles a los eruditos para que fabricaran falsas historias. Los palacios hegemónicos tienen la cara del arquitecto, esos señores juegan con darle forma a sus pensamientos, algo similar sucedió con Nerón. Intentaba ser artista y en sus ideas tuvo edificar un magno palacio, conocido como la DOMUS AUREA que significa “Casa de Oro”.

El placer le duró el tiempo en que vivió, a su muerte, Trajano ordenó cubrir con escombros la DOMUS AUREA, con la finalidad de borrarlo de la historia. Pasaron las épocas sin que nadie supiera de su ubicación. El palacio fue descubierto por casualidad en el siglo XV, cuando accidentalmente un joven cayó y halló un acceso a una de las bóvedas tapadas bajo tierra. Conocer la DOMUS AUREA fue maravilloso, verlo en tercera dimensión es inigualable y conmovedor. Caminar por el palacio es respirar la humedad de la antigüedad. Las paredes parecían redactar leyendas verdes cubiertas por el sereno de la tradición. Era como si las paredes murmuran, han pasado los siglos y la tierra conserva la arquitectura de la ruina. Alegóricamente sus escombros son los fantasmas de Nerón y hoy los arqueólogos buscan proyectar la existencia de uno de los emperadores más polémicos de Roma.