TETÉ HINOJOSA, COMUNICADORA
Convertirme en madre es la comprobación de que los milagros existen.
Soy paciente reumático desde hace más de 10 años. Se me diagnosticó una condición de vida llamada Síndrome Antifosfolípidos, condición que hacía muy complicado un embarazo a término.
Después de varias pérdidas, nació mi hija Paula (nueve años) y mi corazón se volcó en gratitud por recibir ese gran milagro.
Nuevas pérdidas llegaron, y después de varios años nació Luis Gerardo (seis años); mi gozo se completó.
Milagros que respiran, que me hacen sentir viva y renovada cada día; la aventura de amar sin condiciones es realidad.
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