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La cuota sombría del Muro de Trump

Las caídas son un subconjunto de la gran cantidad de lesiones y muertes que ocurren a lo largo de la frontera sur con los migrantes que intentan cruzarla y cuyo número a crecido durante la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden

San Diego, California. – (Agencias) El muro fronterizo que mando construir Trump, al que llamó “infranqueable”, ha cobrado un precio sombrío a los migrantes que, aún con el muro, diariamente intentan pasar a Estados Unidos. En las salas de traumatología de los principales hospitales de San Diego, los migrantes lesionados llegan todos los días con terribles heridas: fracturas de cráneo, vértebras rotas y extremidades destrozadas, sus extremidades inferiores en ángulos trastocados, de acuerdo con el diario The Washington Post,

El presidente Donald Trump presumió su obra como un “Rolls-Royce que no se puede escalar”, sin embargo, la realidad lo vino a contradecir, los migrantes la han sorteado, aunque a un alto precio: una caída de 10 metros.

Pero en el caso de San Diego, su administración construyó barreras más altas y reforzadas que en cualquier otro lugar a lo largo de la frontera con México, con kilómetros de cercas de acero de doble capa. Pero eso no ha impedido que más y más migrantes intentes escalarla.

Aunque los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos no cuentas los muertos y las lesiones de los migrantes en las caídas, la Universidad de California (UC) en esta ciudad, publicó las nuevas estadísticas el viernes en la revista JAMA Surgery,  que son los primeros intentos de medir el número de víctimas.

De acuerdo con la investigación, desde 2019, cuando se elevó la altura de la barrera fronteriza a 10 metros en gran parte de la frontera en California, la cantidad de pacientes que recibió la unidad de traumatología del Centro Médico de la UC en San Diego, 375, se han multiplicado por cinco. Los fallecimientos por caída en ese tiempo pasaron de 0 a 16 según la investigación, citando a los registros del médico forense del condado de la ciudad portuaria.

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Héctor Almeida, un migrante cubano de 33 años que se encuentra recuperándose en la clínica universitaria, dijo que nuca esperó “que tuviéramos que escalar el muro”. En su intento, cayó y se fracturó la pierna izquierda el lunes pasado. Según su testimonio, los ‘polleros’, mote popular que se le da a los contrabandistas en México, los llevaron hasta el muro con una gran escalera y les dijeron que subieran y se deslizaran por el otro lado. Almeida fue testigo de la caída de una mujer que se quebró ambas piernas y a un hombre mayor con una grave herida en la cabeza.

Las caídas son un subconjunto de la gran cantidad de lesiones y muertes que ocurren a lo largo de la frontera sur con los migrantes que intentan cruzarla y cuyo número a crecido durante la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Los migrantes que mueren al intentar cruzar por el Rio Bravo, o que mueren por exposición solar extrema en los pasos desérticos del sur de Texas y de Arizona, o desaparecen en el Océano Pacífico tratando de llegar por el mar.

Lo que hace diferente el muro fronterizo, de acuerdo con The Post, es que es un obstáculo hecho por el ser humano, que plantea un peligro mortal y un grave desafío para la salud de quienes buscan el ‘sueño americano’, donde no existía.

Jay Doucet | UCSD Profiles
Jay Doucet

Para el jefe de traumatología del Centro Médico de la UC, Jay Doucet, las lesiones a lo largo de la frontera sur no son nuevas, han existido desde que se han establecido barreras para detener el flujo migratorio, sin embargo, la versión antigua más alta de ella era de poco más de 5 metros de altura, lo que no la hacía fatal.

“Una vez que recorre más de 7 metros y hasta 10, la posibilidad de lesiones graves y muerte es mayor”, dijo. “Estamos viendo lesiones que no veíamos antes: fracturas pélvicas, lesiones de la médula espinal, lesiones cerebrales y muchas fracturas abiertas cuando el hueso atraviesa la piel”.

En otros de los centros de traumas importante de San Diego, el Hospital Scripps Mercy, los migrantes que ingresaron por caídas en el muro significaron el 16% de los 230 pacientes tratados el mes pasado, una proporción mayor que los heridos registrados por armas de fuego o punzocortantes, de acuerdo con Vishal Bansal, director de trauma.

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“Nunca había visto algo así”, dijo Bansal en una entrevista. «Esto está Loco.» Su sala de trauma atendió a 136 pacientes provenientes del muro fronterizo, heridos por caídas, en 2021, frente a 41 en 2020. De acuerdo con los médicos de San Diego, los heridos por caída a menudo requieren de cuidados intensivos complejos y múltiples cirugías en etapas. Debido a que carecen de seguro médico, la mayoría no son elegibles para programas de fisioterapia y rehabilitación, por lo que muchos permanecen más tiempo en el hospital, lo que absorbe millones en costos no recuperables.

A pesar de que se completó la barrera de 10 metros, los cruces fronterizos han aumentado considerablemente según muestran los registros. En marzo, los agentes fronterizos de San Diego detuvieron a 16,660 indocumentados, aproximadamente cuatro veces más que el mismo mes en 2019.

Las escaleras

La broma de la exgobernadora de Arizona, Janet Napolitano, “muéstrame un muro de 30 metros, y te enseñare una escalera de 31”, se puede ver materializada a lo largo del polvoriento camino que serpentea a lo largo de la barrera sur de San Diego. La evidencia de la broma de la exgobernadora de Arizona, Janet Napolitano, «muéstrame un muro de 50 pies y te mostraré una escalera de 51 pies», es fácil de ver a lo largo del camino polvoriento que serpentea junto a la barrera al sur de San Diego.

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Entre los cruces de San Isidro y la Mesa de Otay, se pueden observar las escaleras improvisadas a lo largo de la base del muro cubiertas con la maleza. Algunas estan hechas con partes de barras de metal de refuerzo, pero las versiones más sofisticadas son de aluminio, más liviano, con secciones que encajan como los postes de una tienda de campaña.

Los polleros las enganchan a la parte superior del muro y apresuran al migrante a subir y a descender, muchas veces sin recibir explicación de cómo hacerlo, de una altura de 10 metros. La mayoría de las lesiones se producen cuando los migrantes tratan de descender.

Los videos publicados sobre el muro muestran a jóvenes de aspecto atléticos moviéndose alegremente mientras se agarran de los postes o bolardos del muro deslizándose como si fuera un bombero bajando por el tubo cuando suena la alarma. Esta habilidad obviamente está más allá del migrante promedio, quienes normalmente buscan escalar en la noche para evitar ser descubiertos.

Pero Doucet dijo que “una cosa que he notado es que las personas que están cayéndose no son atléticas como ves que se deslizan por la escalera de esa manera”. “Son de mediana edad y un buen número de mujeres, incluso embarazadas”, dijo.