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La diversidad en Estados Unidos: embrión de una mayor división e ira política

Washington, D.C. – (Agencias) En su artículo, el columnista de la fuente política de The Washington Post, Pablo Waldman, señala que el Censo muestra una creciente diversidad en los Estados Unidos, lo que a su vez proyecta un “panorama complicado y fascinante”, que contiene la semilla de una, aún mayor, ira y división política.

En un supuesto mundo mejor, dice el autor, llevaría a celebrar el intrincado mosaico de la vida estadounidense. En el mundo real. “vamos a caer aún más en un ciclo de recriminación y revanchismo que tanto la izquierda como la derecha, por razones opuestas, terminarán alimentando”.

Sin bien, el marco geopolítico de Estados Unidos se encuentra de alguna manera muy definido, la polarización post-Trump ha incorporado nuevos actores y temas a este marco que ha establecido la agenda política en el país.

La nota en todos los medios es que la raza blanca está decayendo en su nivel más bajo en la historia del país, del 63.7% en 2010 al 57.8% de 2020.

De acuerdo con Waldman, ha sucedido por varias razones: una población blanca envejecida, tasas de natalidad más altas en otros grupos minoritarios, inmigración y los cambios de las formas en que la gente se piensa de sí misma.

Pero es también el crecimiento multirracial el otro componente.  El crecimiento de los estadounidenses que se autodenominan multirraciales fue sorprendente, se triplico en los últimos diez años, al pasar de 9 millones a 33.8 millones, señala Waldman.

El problema, plantea el autor, es que la mayoría de los estadounidenses no entenderán los matices de estos datos.

Según Waldman, la versión más simplista de la historia, que los blancos estan disminuyendo y las minorías estan creciendo, es utilizada por la derecha como combustible para una narrativa y un proyecto político predefinido, tanto para generar ira como para impulsar a los republicanos a un gobierno de minorías, donde solo ellos decidan sobre las mayorías con reformas como el voto anticipado.

Y eso no es todo lo que les angustia a los conservadores blancos. El censo muestra que el crecimiento ha estado ocurriendo en áreas metropolitanas, y la mayoría de los menores de 18 años tampoco son blancos.

Otro dato revelador es que, los condados donde estan creciendo están gobernados en su mayoría por demócratas, y donde disminuye son, al contrario, donde gobiernan los republicanos.  

Aunque esas tendencias ya se sabían, Waldman establece que el detalle de los nuevos datos permitirá que la prensa conservadora reenfoque la amenaza – racial, étnica y política- que representa para sus seguidores la cambiante diversidad del país.

Dentro de una narrativa más amplia de la victimización conservadora existe una historia específicamente racial: que las personas estan rodeadas, sitiadas, marginadas, y amenazadas por poblaciones hostiles con el único objetivo de acabar con uno.

Waldman señala como ejemplo a Tucker Carlson, el presentado más popular en las noticias por cable. Carlson ha estado promoviendo la teoría del “remplazo”, una teoría de los supremacistas blancos de una conspiración para “reemplazar” a los blancos con inmigrantes con piel obscura.

En pocas palabras, no es un cambio demográfico constante con el que sus hijos se sientan cómodos y con el que podrían querer aprender a vivir; no, es una conspiración siniestra cuyo objetivo es la destrucción de todo lo que cree.

¿Y qué se va a hacer? Levantas muros, y apruebas leyes que prohíban la discusión del racismo en las aulas, pero también usas todas las técnicas para que el partido que te representa gobierne el mayor tiempo posible a pesar de ser superado por número. El Gobierno de minoría.

Esto implica una estrategia agresiva, que suprima votantes y, tal vez, robar las elecciones presidenciales de 2024, planeando y ejecutándolo más cuidadosamente que Trump en 2020, plantea Waldman.

De acuerdo con el autor, cada éxito republicano fue logrado por la incapacidad del sistema para traducir la opinión mayoritaria en una distribución democrática del poder. Y ahí empieza a girar al otro lado el ciclo de la ira.

Waldman plantea como ejemplo que el posible triunfo de los republicanos en las intermedias de 2022, a pesar de representar a una minoría de votantes, aumentaría el agravio de los liberales de izquierda.

La consolidación de los gobiernos de minoría por los republicanos ya ha enojado a los demócratas de izquierda y aumentará con el tiempo.

De modo que la diversidad dará a ambas partes razones para estar enojados. Los conservadores, porque temen su continuo declive, y los liberales, porque según sus números están excluidos del poder.