«La educación es el pasaporte al futuro, porque el mañana pertenece a quienes se preparan para él en el presente». Esta frase del líder afroamericano Malcolm X resume la importancia de la educación para el desarrollo de las personas y las sociedades. Sin embargo, la educación en México ha sido un viaje lleno de altibajos, de avances y retrocesos, de luces y sombras. En este artículo se pretende hacer un recorrido por las principales políticas educativas que han implementado los últimos tres presidentes de México, que se pueden comparar con tres estaciones de un trayecto: la estación neoliberal, la estación reformista y la estación transformadora.
La estación neoliberal: Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)
La política educativa de Felipe Calderón se basó en el modelo neoliberal que buscaba formar capital humano competitivo y acorde al mercado global. Su principal logro fue la reforma constitucional que reconoció el derecho a una educación de calidad como un derecho humano. Su principal error fue la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación con el SNTE, que le dio el control sobre el sistema de plazas docentes.
Su política educativa se centró en el desarrollo de competencias para el trabajo, mediante pruebas estandarizadas como ENLACE y PISA. Sin embargo, estas pruebas no consideraban el contexto socioeconómico y cultural de los alumnos y las escuelas, y generaban una cultura de la enseñanza para el examen.
buscó optimizar el uso de los recursos públicos y privados para la educación, mediante un fondo de financiamiento educativo. Sin embargo, careció de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos educativos, así como de equidad en su distribución. involucrar a algunos actores sociales clave, como los padres de familia, las organizaciones civiles y los empresarios, en la mejora de la educación. Sin embargo, careció de participación social y democrática en la definición e implementación de las políticas educativas.
La estación reformista: Enrique Peña Nieto (2012-2018)
La política educativa de Enrique Peña Nieto se basó en la reforma constitucional y legal del sistema educativo, que se consideró como la reforma estructural más importante de su gobierno. Su principal logro fue la aprobación de las reformas al artículo 3º y 73º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como de las leyes secundarias que establecieron un sistema de ingreso, permanencia, promoción y reconocimiento basado en el mérito y la evaluación de los docentes. Su principal error fue omitir garantizar la participación democrática y el consenso de los actores involucrados en la implementación de la reforma educativa.
Se centró en el aprendizaje a lo largo de toda la vida, mediante el Nuevo Modelo Educativo. Sin embargo, este modelo respondió más a los intereses políticos y económicos del modelo neoliberal que a las necesidades reales y específicas del sistema educativo nacional. Buscó incrementar el gasto público en educación como una prioridad nacional, mediante el aumento del presupuesto destinado a la educación. Sin embargo, fue insuficiente para llevar a cabo las acciones previstas en la reforma educativa y el nuevo modelo educativo. Generar acuerdos con algunos actores sociales relevantes, como los sindicatos, las autoridades estatales y municipales, y los organismos autónomos, para impulsar la reforma educativa. Sin embargo, omitió tomar en cuenta la diversidad cultural y lingüística del país, ni las condiciones de marginación y rezago educativo de las poblaciones indígenas y migrantes.
La estación transformadora: Andrés Manuel López Obrador (2018-2024)
La política educativa de Andrés Manuel López Obrador se basa en una visión social, humanista e intercultural que busca transformar el sistema educativo nacional. Su principal logro es la reforma constitucional y legal que garantiza el derecho a una educación pública, gratuita, equitativa, inclusiva e intercultural. Su principal error es la falta de claridad y coherencia en el diseño e implementación del nuevo modelo educativo.
En el desarrollo integral, mediante la creación de la Nueva Escuela Mexicana. Sin embargo, esta propuesta se basa en una visión ideológica que busca superar la visión eurocéntrica del mundo y combatir las distintas formas de opresión capitalista, colonialista y patriarcal.
En la austeridad republicana, mediante la creación de nuevas universidades públicas y el otorgamiento de becas para ampliar la cobertura y el acceso a la educación superior. Sin embargo, carece de mecanismos de seguimiento y evaluación de los impactos y los efectos de las políticas educativas implementadas durante el actual sexenio.
En la participación democrática, mediante la garantía de la participación de todos los actores educativos en la definición e implementación de las políticas públicas en materia educativa. Sin embargo, se enfrenta a la resistencia y la oposición de algunos sectores que se sienten amenazados por su visión transformadora y social.
Conclusiones
En conclusión, se puede afirmar que las políticas educativas de los últimos tres presidentes de México han tenido aciertos y errores, que han respondido a diferentes enfoques, prioridades y alcances sobre la educación. Sin embargo, ninguna de estas políticas ha logrado resolver los problemas estructurales del sistema educativo nacional, como la baja calidad, la inequidad, la desarticulación y la exclusión. Algunos datos que evidencian estos problemas son:
- Una alta tasa de deserción escolar en todos los niveles educativos.
- Un bajo nivel de logro educativo en matemáticas y lenguaje y comunicación en la educación básica.
- Una elevada proporción de analfabetismo funcional en la población adulta.
- Una deficiente infraestructura física y equipamiento didáctico en las escuelas públicas de educación básica.
- Una insuficiente formación inicial y continua de los docentes de educación básica.
Por ello, se requiere una revisión crítica y una transformación profunda de las políticas educativas en México, que parta de las necesidades reales y específicas del país, que considere los estándares internacionales de calidad y pertinencia, y que cuente con el consenso y la participación de todos los actores sociales involucrados. La educación es un tema de interés nacional que requiere la participación y responsable de todos los ciudadanos. ¿Qué opinas tú?
