Los Ángeles, California. – (Agencias) Un centro de vacunación cerrado y la eliminación de la propuesta de pasaporte covid son los logros del movimiento de extrema derecha estadounidense en California, donde cada día gana más adeptos en línea.
Una semana antes de que California declarara la apertura de la economía, un grupo de 100 personas se manifestaron frente a la Junta de Supervisores del Condado de Orange para protestar por la obligación del uso de cubrebocas y otras restricciones pandémicas.
Alimentados por toda una campaña en redes sociales, volantes a domicilio y anuncio en la televisión, los manifestantes portaban carteles con leyendas como: “RIP COVID VAX VICTIMS” y “My body, My choice, No Vax” (“Mi cuerpo, Mi opción, No vacunas”).
Un mes antes, 600 personas se manifestaron en el mismo lugar para protestar contra el proyecto de “pasaporte covid” voluntario, afirmando falsamente que sería obligatorio, comparándolo con la estrella de David amarilla que los nazis obligaron a portar a los judíos.
«Dentro de un año, no quiero estar de vuelta en esta Junta exigiendo que deroguen el requisito de donar un riñón», dijo la activista local Peggy Hall ante un micrófono en la protesta contra el pasaporte en mayo. «¿Qué sigue? ¿Vas a ser esterilizado por el bien común?».
El proyecto murió. Cuatro de los cinco supervisores votaron por suspender cualquier esfuerzo de crear un pasaporte de vacunación ese día. El único voto a favor, de un demócrata, declaró que los demás cedieron a la presión.
California esta saliendo de la pandemia, pero para la extrema derecha, la batalla, tanto afuera como en línea, está lejos de terminar.
Las empresas de redes sociales no han podido limitar la distribución de la desinformación y material dañino a través de sus plataformas, de acuerdo con The Washington Post.
En enero de 2021, las empresas se resarcieron de ese fracaso cuando las principales plataformas cerraron las cuentas del expresidente Donald Trump, que se había pasado meses publicando mentiras sobre el fraude de la elección.
Junto con él, fueron cerradas las cuentas de decenas de sus seguidores de base y prominentes personajes del circulo por incitar el ataque al Capitolio el 6 de enero pasado.
Seis mese después, un movimiento de extrema derecha estadounidense se está reconstituyendo en todo Estados Unidos, de nuevo alimentado por las redes sociales.
De acuerdo con investigadores de Site Intelligence Group, que rastrea el extremismo en línea, la extrema derecha se encontraba fraccionada y las elecciones y la pandemia vinieron a reunirlos, creando una mega red alimentada por la frustración de la derrota y la desinformación del virus.
De repente, grupos armados, los partidarios de Trump, madres antivacunas, escépticos del gobierno y teóricos de la conspiración protestaban por las mismas cosas. Grupos como QAnon, Proud Boys y otros supremacistas aparecieron en el escenario.
Los investigadores descubrieron que el ataque de las principales empresas, Facebook, Twitter y YouTube, contra Trump solo fraccionó la red pero no la debilitó.
Los influencers de extrema derecha expulsados de Facebook, Twitter y YouTube, se fueron a plataformas menos vigiladas, como Telegram, Parler o al canal de la extrema derecha YouTube Rumble.
Pero también han regresado a las plataformas de donde fueron expulsados. Bajo otras cuentas, con lenguaje alternativo que permite no ser detectado por los algoritmos de las redes sociales.
Esto les ha permitido empujar a sus seguidores a luchas locales, como en California, contra los pasaportes de vacunación, o contra la teoría critica de la raza a la vanguardia de las discusiones nacionales hoy en día.
Mientras, las compañías de las plataformas de redes sociales siguen incapaces de detener un incidente promovido por la desinformación como el ataque al Capitolio, orquestado desde las mismas redes sociales.
