Fanano di Gradara., Italia. – (Agencias) Un hombre de 80 años mató a su esposa de 61 años, que se negó a tener relaciones sexuales después de que él había tomado una pastilla de Viagra, según informó la policía.
Vito Cangini, la dijo a la policía que había apuñalado a su esposa, Natalia Kyrychok, originaria de Ucrania, entre el día de Navidad y la madrugada del domingo, en la ciudad de Fanano di Gradara, informó el New York Post, citando a News Flash Media.
Cangini confesó su crimen a la policía. Dijo que ella había prometido irse con él a la cama si se tomaba la medicina para la disfunción eréctil. Por lo que salió a comprarla. Sin embargo, al regresar a su casa ella se negó. Cangini les dijo: «no volverá a tener sexo».
Él le reclamó airadamente, había prometido tener sexo esa noche con él. Sin embargo, ella seguía negándose, a pesar de las súplicas y, luego, creció el tono de la discusión. Él le gritó que estaba más interesada en su jefe, y luego, tomó el cuchillo y se abalanzó sobre ella hundiéndole el cuchillo varias veces, hasta que la dejó muerta en un charco de sangre, y se fue a dormir.
A la mañana siguiente, según los informes, actuó como si nada hubiera pasado: desayunó y sacó a pasear a su perro dos veces. Por la tarde, lleno de remordimiento, finalmente le contó a un vecino lo que había hecho y le pidió al hombre que llamara a la policía.
Pero el vecino no quiso involucrarse y le dijo a Cangini que los llamara él mismo, informó News Flash.
El anciano pasó un tiempo en casa, hasta que una mujer llamó a su esposa y este le contó sobre el crimen y también le pidió que hiciera la llamada a las autoridades, pero ella también se resistió, posiblemente porque no le creyó.
Cangini finalmente llamó al restaurante donde su esposa había trabajado como chef durante dos años y le dijo al propietario: «Sé que había algo entre ustedes dos».
Cuando le dijo que nunca volvería a ver a Kyrychok, el propietario llamó a la policía, que encontró el cuerpo de la mujer. La habían apuñalado al menos cuatro veces, incluida una en el corazón.
La policía encontró el arma homicida en el lugar. Un juez lo sentenció a 17 años de prisión.