Opinión

LA TERCERA OLA COVID-19 VA DE SALIDA

Es un hecho que la tercera ola de la pandemia COVID-19 está terminando. En todo México continúa la tendencia a la baja y Coahuila regresó al anhelado semáforo rojo epidemiológico. No es que cantemos victoria, pero ya se ve claridad. 

Las autoridades federales aseguran que hay un repunte en la recuperación económica, sobre todo de empleos formales, información que respalda el INEGI señalando que son ya 16 meses en la lucha del comercio contra el coronavirus.  

¡Y en cuanto a las clases presenciales, no se diga más!Todo, viento en popa: el número de contagios es muy bajo, y la Secretaría de Salud está segura de que los pocos contagios que se han detectado vienen en su mayoría de la familia, y no de las aulas escolares.

Y ya, sumando los factores, absolutamente todo indica que la tercera ola está concluyendo.

EL COLMO DE LOS MIGRANTES

Esta en México una nueva caravana de migrantes;viene con originarios de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, Cuba y Haití.

En esta ocasión son miles de personas que avanzan despacio. Su transitar lento obedece a que traen consigo una gran cantidad de niños.

Sumado a la particularidad de venir con pequeños, esta caravana se ha organizado para llegar a Ciudad de México con el fin de exigir al gobierno que ponga fin a la represión, contención y deportación de migrantes.

Nuevamente es un grupo perfectamente organizado. Son poco más de 3 mil migrantes que participan en la denominada “Marcha Caravana por la Paz” y usan el lema “Protección, No Contención”, y denunciarán al Instituto Nacional de Migración y a la Guardia Nacional por reprimir «violentamente» a las caravanas.

Es cierto que son grupos de personas en vulnerabilidad, que buscan resguardo y protección, pero ningún gobierno diferente al suyo tiene la obligación de solucionar sus conflictos económicos y de seguridad. 

Sin el afán de ser insensible, siempre he pensado que se les da de más durante su travesía.

Finalmente es una decisión personal, y ya exigir alimento, seguridad y que no se les detenga al entrar a casa ajena, es demasiado.