De todas las variantes que han aparecido del coronavirus SARS-Cov-2, virus que origina la enfermedad Cocid-19, la Delta es la más contagiosa, hasta ahora, y reina sobre todas las demás variantes en los países que circula, como Estados Unidos.
Sin embargo, una variante distinta está azotando gran parte de América del Sur. Conocida con la C.27 o variante Lambda, fue detectada primero en el Perú en agosto de 2020 y desde entonces se ha propagado en otros países del Cono Sur.
De acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de Salud (OMS), a mediados de julio pasado, la variante ya se ha detectado en 29 países, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Brasil, Colombia, Ecuador, Francia, España, Chile y Argentina.
Aunque el origen de la variante Lambda no está claro, la mayoría de los científicos lo ubican en Sudamérica.
La variante Lambda tiene una rapidez de contagio que representa ahora el 90 por ciento de los casos de Covid-19 en Perú, en comparación con el 0.5 por ciento en diciembre pasado.
Según los funcionarios del país andino, la cepa fue origen de la segunda ola de contagios en primavera. El aumento vertiginoso de contagios de la variante Lambda hizo que cobrara interés entre los científicos, que habían mostrado poco cuando fue descubierta.
De acuerdo con las declaraciones de Pablo Tsukayama, profesor adjunto de microbiología de la Universidad Cayetano Heredia en Lima, a la agencia de noticias Al Jazeera, una vez descubierta “continuamos procesando muestras y, para marzo, estaba en el 50 por ciento de las muestras en Lima. En abril era el 80 por ciento de las muestras en Perú”.
“Ese salto del 1 al 50 por ciento es un indicador temprano de una variante más transmisible”. El 14 de junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la nueva variante Lambda es “una variante de interés”.
Las nuevas variantes altamente contagiosas han planteado obstáculos más desafiantes a los funcionarios de salud para contener su contagio.
Las mutaciones de la cepa original han agravado la enfermedad en personas fuertes que no habían sido hospitalizados y en una cantidad importante de personas vacunadas, aunque en el caso de estos últimos no han requerido atención hospitalaria.
La transmisibilidad de la variante Lambda despierta preocupación de que pueda exacerbar los aumentos de casos en estados de la unión americana como Florida, Arkansas, Luisiana y Mississippi.
El mes pasado, un hospital de Texas reportó su primer caso de la secuela Lambda. Días después Florida reportó 100 casos de la variante confirmados.
Sin embargo, para algunos científicos pueda que la variante Lambda no domine en Estados Unidos de la misma manera con el Sudamérica.
La Dra. Anna Durbin, profesora en el Departamento de Salud Internacional de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, dijo recientemente a la revista Newsweek, que cuando se trata de las variantes Delta y Lambda, “ambas tienen ventajas en términos transmisibilidad, y no pienso que la variante Lambda pueda superar a la variante Delta”.
“No tenemos mucha información, en comparación con las otras variantes”, dijo Ricardo Soto-Rifo, virólogo de la Universidad de Chile que ha estudiado la Lambda.
En estudios realizados por equipos de investigación liderados por Soto-Rifo encontraron que los anticuerpos inducidos por las vacunas Pfizer, Moderna y CoronaVac son menos potentes contra la Lambda que con la cepa original, no obstante, son capaces de neutralizar el virus.
El hallazgo sugiere que estas vacunas también deberían funcionar contra la lambda, dijeron los científicos.
Además, los anticuerpos no son la única defensa del cuerpo contra el virus: incluso si son menos potentes contra la variante lambda, otros componentes del sistema inmunitario, como las células T, también podrían brindar protección.