Se cumplieron seis meses del brutal asesinato de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, sacerdotes jesuitas brutalmente ejecutados dentro de una iglesia en la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
Desde ese dia, la iglesia comenzó a levantar la voz de forma más enérgica; cada que puede manifiesta su descontento ante la situación de violencia que vive México.
Han explicado los distintos ataques que han sufrido en diferentes partes del País, pero la respuesta de parte del presidente AMLO para este sector poblacional es el mismo que se aplica para cualquiera que se queje: se minimiza la situación, y luego se ataca a quien señale.
Hoy la iglesia nuevamente exige que se genere un estado de paz. Lo hace 48 horas después de haber vivido el cuarto día más violento del año 2022, donde 107 personas fueron asesinadas en 24 horas.
A días de la Navidad, debería ser esta una columna de amor y armonía, pero la intensidad de este año no permite dejar de señalar las atrocidades de nuestro presente.
