Opinión

Las piezas del ajedrez presidencial

La política nacional ha sido escenario de múltiples movimientos tácticos, nada por casualidad, sino más bien pensadas previamente por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pese a estos giros inesperados, las piezas del tablero de ajedrez presidencial dejan mucho, muchísimo que pensar.

Aunque la política es una constante carrera de obstáculos, ‘todo mundo’ ya estaba más que apuntado para la silla presidencial del 2024.

Aún no llegaba a la mitad de su sexenio y el presi ya había declarado estar en búsqueda de su ‘precioso’ sucesor.

López Obrador, estableció sus propios términos, anunciando a los predilectos, pero que, a sabiendas de la manera de trabajar del Ejecutivo, sin dudas, necesitaría un sucesor eficaz y dócil.

Siendo sinceros, aunque todo personajillo político esté más que puesto para aparecer en la boleta, entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard ya están más que dichas las cosas.

Ahí está Ricardo Anaya, quien juraba y perjuraba que pelearía por la silla presidencial, pero en lugar de ser un político concreto, se convirtió en un meme político. la ‘Chío’ Nahle, Juan Ramón de la Fuente ni a luces brillan y Ricardo Monreal, quien titubeaba al principio, quizá por miedo a “papá”, pero sin más ni más; terminó por anunciar que sí o sí aparecerá en la boleta de las elecciones del 2024.

Si nos fijamos bien en la gesticulación de Palacio Nacional, todo va “como viento en popa”, aunque los espectadores desde afuera veamos un circo, el presi tiene más que lista la herencia nacional, no por nada ha dicho una y otra vez que ya no figurará políticamente al salir de la presidencia.

Créame, no hay más amor del que el presi le tiene a esto de aparecer cada cinco minutos en las redes sociales. Lo que mejor sabe hacer; la parafernalia y la grilla política.

Los dos claros ‘destapes’, entre los que se vayan acuñando por sí solos en lo que resta de la pelea presidencial deberán complacer a todo lo que el Ejecutivo diga y mande.

Claudia Sheinbaum es más que leal al presidente y a lo que la estructura que la “Cuarta Transformación” se propone para levantarse como organismo. 

Sheinbaum ha sabido amortiguar las contradicciones por parte López Obrador, lo que le ha valido incluso, las simpatías políticas del presi pero que le ha costado muy caro al enfrentar las críticas por imitar la causa social tan ‘leal’ que de alguna forma u otra, han frenado su capacidad como jefa de Gobierno.

Marcelo Ebrard sigue fielmente la narrativa predilecta de su jefe.
Además no podrá dejar pasar la oportunidad de pelear por la Presidencia y tampoco lo dejará tan fácil. Ebrard ha sabido llenar el camino que algún día una contienda por la izquierda le arrebató en el 2012 todo, para evitar una fractura al interior el PRD.

Tiene innumerables responsabilidades y sus atribuciones se parecen más a las de un secretario de Estado de Estados Unidos.
Ha tomado el lugar de López Obrador en el escenario internacional, en donde actúa como un presidente de facto, ya que al presi le molesta mucho eso de viajar al extranjero.

Y como defecto grave, carga sobre sus hombros, el colapso de la línea del Metro 12, que fue construida durante su período como jefe de Gobierno de Ciudad de México.

Recientemente el presi movió al gobernador de Tabasco, Adán Augusto López como el nuevo secretario de Gobernación, con ello; dos movimientos más.

Carlos Manuel Merino, ya estaba más que visto para ser el gobernador interino de Tabasco, pero no por el Congreso, sino por el mismo presidente.

Antonio Echevarría García, gobernador del Estado de Nayarit, también fue invitado a trabajar a su gabinete federal, gustoso Echeverría aceptó el reto.

En su última ficha a mover, el presi propuso al gobernador del estado de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel como nuevo Embajador de México en el Reino de España.

Todos estos movimientos con simbolismo político son una depuración estratégica de López Obrador, ya sea por visión personal o por capricho.

Nada de esto importa, no importa cuánto empeño se deje en el camino, hay un hombre que controla cada una de las piezas del tablero.