Washington, D.C. – (Agencias) La impresionante victoria de los demócratas en la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos se repitió con la conquista de la Cámara de Senadores.
El triunfo de Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock, los dos escaños del Senado en desempate en Georgia, dio al presidente electo Joe Biden el control unificado del Congreso, que se renueva en su mayoría y, de paso, Chuck Schumer, que era hasta ahora el líder de la minoría demócrata, asume la presidencia del Senado.
Lo hicieron el día del ataque violento de los partidarios de Trump, que no ha aceptado su derrota, y del colofón de los republicanos que se opusieron a validar la elección. Se alzaron con el control total de las palancas del poder político, según describió The New York Times.
La agenda política cambio de la noche a la mañana. Los demócratas del ala izquierda dominarán ahora el Senado, que controlaban los conservadores republicanos.
Las acciones de la Cámara de Representantes de mayoría demócrata languidecían ante el Senado de mayoría republicana. Esta vez, tendrán mayor eco en la “Rotonda”.
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El cambió abrupto del panorama en los corredores de Washington, revitalizó a los demócratas que se encontraban frustrados por no haber alcanzado la mayoría en noviembre 3, a pesar del triunfo de Biden.
Dada la historia de las segundas vueltas en Georgia, tradicionalmente a favor de los republicanos, muchos demócratas, de acuerdo con The New York Times, se encontraban resignados a la perspectiva de que no podrían cumplir con las prioridades legislativas de Biden.
“No tomamos el camino más directo, pero estamos aquí”, dijo Schumer, contento con el resultado ganado de cualquier manera, y que lo puso al alcance de convertirse en líder de la mayoría del Senado después de seis años como líder de la minoría.
Sin embargo, no todo es color de rosa. En la Cámara de Representantes, los demócratas lograron conservar el control, pero con un margen muy pequeño.
Los republicanos llegan envalentonados e incluso, algunos de ellos, del ala radical fieles a Trump. Nancy Pelosi ya no tendrá el margen de maniobra que tenía en el periodo pasado.
Aunque el control de la Cámara de Senadores es en el voto de desempate, los mandos demócratas centristas deberán atraer al menos a 10 republicanos para que avancen la mayoría de sus proyectos de ley mientras se enfrentan a las demandas del ala izquierda que serán más audaces ahora que controlan el legislativo.
“No todo va a ser fácil, pero sin duda es mejor que estar 52-48 y el presidente Biden teniendo que hablar “Madre ¿puedo?” con el líder McConnell para pasar cualquier legislatura”, dijo el senador Christopher Coons, demócrata de Delaware, uno de los aliados muy cercanos al presidente entrante en el Capitolio.
Aun así, McConnell, recién elegido para su séptimo mandato, ha dirigido antes a la minoría y demostró ser eficaz para obstaculizar las prioridades demócratas.
