Bamako, Mali. – (Agencias) Según Le Monde, soldados malienses “insatisfechos” con el nuevo gobierno anunciado por las autoridades de transición secuestraron al presidente y al primer ministro y se los llevaron al campamento militar de Kati, a unos kilómetros de Bamako.
Este 24 de mayo, el ejército llevó a cabo un golpe de estado que sacudió al país sumido en una crisis y a la comunidad internacional.
De acuerdo con la declaración de un alto funcionario militar a Agence France Presse (AFP), tanto el presidente Bah Ndaw, como el primer ministro Moctar Ouané, se encuentran en Kati “por negocios que los involucran».
En el campamento militar de Kati, fue donde el entonces presidente electo, Ibrahim Boubacar Keïta, fue llevado por la fuerza por coroneles golpistas en 2020 para anunciar su renuncia.
En 2012, el entonces primer ministro Modibo Diarra fue arrestado por los coronales golpistas, llevado a Kati y forzado a dimitir.
Naciones Unidas, y un conjunto de países, condenaron el “intento de golpe de Estado” en curso en Mali, y rechazaron cualquier resultado incluido el que lleve a la dimisión del presidente y el primer ministro.
En una declaración conjunta, la misión de la ONU en Malí (Minusma), la Comunidad de Estados de África Occidental (Cédéao), la Unión Africana, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y la Unión Europea «exigen la liberación inmediata e incondicional« del presidente y primer ministro de transición.
El primer ministro de transición, Moctar Ouané, por la mañana del lunes, en una breve comunicación telefónica con AFP, dijo que militares lo habían llevado por la fuerza a la casa del presidente Bah Ndwa.
“Confirmo: hombres de Goïta vinieron a recogerme para llevarme al presidente que vive no lejos de mi residencia», dijo Moctar Ouane, refiriéndose al hombre fuerte maliense, coronel Assimi Goïta, actual vicepresidente de transición. La conversación se detuvo.
Los dos funcionarios fueron escoltados hasta Kati, donde un alto funcionario corroboró su presencia. La capital Bamako estaba llenó de rumores.
Las misiones internacionales mandaron mensajes de precaución, según informó Le Monde. El país sufre el cuarto golpe de Estado desde que logró su independencia en agosto 2020.
Sin embargo, la noche del lunes hubo una sensación de relativa normalidad.