Washington, D.C. – (Agencias) La mortalidad que arrastra ya la pandemia en los Estados Unidos ha llegado a niveles no vistos dese el inicio en primavera. El elevado aumento de nuevos casos hospitalizados es una señal siniestra del costo mortal y que lo que viene, es aún peor.
De acuerdo con el Washington Post, este miércoles Estados Unidos registró más de 2,300 nuevos fallecimientos. El mayor aumento desde el 6 de mayo. Está cifra mantiene un promedio diario, en siete días, de 1,600 muertes.
Cifra de muertes comparable a la del primer pico de la pandemia, y que llegó ya, el martes, a más de 261,000 muertes acumuladas en Estados Unidos.
Aunque menos personas contagiadas mueren del virus, el número de enfermos se ha agravado con cifras de nuevos casos que sobrepasan los 100,000 diarios. Esto ha elevado, a su vez, el número de muertes.
Los expertos prevén que puede empeorar en los próximos meses conforme la familias y los amigos viajen para reunirse en la fiestas de acción de gracias y navidad, acelerando la propagación.
Según el decano de la Escuela de Salud Pública de Yale, Sten H. Vermund, “A menos que tengamos un cambio en las actitudes públicas y un mayor apego a las medidas de control de la salud pública, es probable que veamos que las cosas empeoran”.
Tan solo el miércoles, Estados Unidos registró más de 180,000 nuevos casos, una cifra que hace empequeñecer los registros diarios de mayo, el pico más alto en la primera ola. En aquellos momentos Estados Unidos llegó a registrar un poco más de 33,000 nuevos casos por día.
Según The Washington Post, esto se debe a un aumento significativo de pruebas, pero no hay duda de que Estados Unidos está sufriendo su brote más grave desde que inició la pandemia.
La proporción de muertes entre los pacientes de Covid-19, ha disminuido. Esto debido a que, por una parte, los doctores han aprendido a tratar la enfermedad, y, por la otra, a que en promedio son más jóvenes los nuevos contagiados.
Donde sin duda se ha agravado la situación es en los hospitales. El reporte del miércoles por la mañana, daba un registro de más de 89,000 hospitalizaciones, un récord.
“El reto es reducir la transmisión”, dijo Vermund. “Tenemos que reducir en número absoluto de casos”.
Varios estados y localidades han endurecido sus propias medidas restrictivas ante el Covid-19, para tratar de detener la propagación.
En Washington, D.C., la alcaldesa Muriel E. Bowser anunció la prohibición de reuniones en interiores de más de 10 personas, a partir de este miércoles. Ralph Northam, gobernador Virginia, redujo de 250 el aforo en interiores o al aire libre a solo 25 personas.
Larry Hogan, gobernador de Maryland, estableció el cierre de bares y restaurantes a las 22 horas para servicio en interiores, y redujo la capacidad en otros negocios.
El presidente electo, Joe Biden, lamentando el número de muertos, anunció que habían decidido en su familia cancelar las celebraciones navideñas. Instó a los estadounidenses a hacer lo mismo, a mantener el uso de cubrebocas y mantener el distanciamiento social.
“Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de hacer lo que podamos para detener la pandemia”, dijo Biden. «Cada decisión que tomamos importa, cada decisión que tomemos puede salvar vidas. Ninguno de estos pasos que pedimos a la gente son declaraciones políticas, cada una de ellas se basa en la ciencia, la ciencia real».
El aumento de muertes llega en un momento en que parece más probable el fin de la pandemia.
Tres empresas farmacéuticas, Pfizer, su socio alemán BioNTech y Moderna, anunciaron la eficacia de sus vacunas esta semana. En el caso de Astra-Zeneca, anunció que su vacuna alcanzó el 70% de efectividad.
Sin embargo, las vacunas tiene que recibir la autorización de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. Tomará aún algún tiempo la producción de suficientes dosis para inocular a una porción significativa de la población.
La oleada actual no se limita a una zona del país, y Vermund dijo que estaba preocupado de que incluso algunos lugares con alto uso de cubrebocas parecen estar registrando picos.
A las 19 horas del miércoles, cinco estados —Washington, Nevada, Texas, California y Massachusetts— habían registrado nuevos máximos de un día en los casos positivos. Junto a 12 estados más, registraron un nuevo máximo en su promedio de siete días.
Cuatro estados —Ohio, Utah, Iowa y Tennessee— alcanzaron nuevos máximos de muertes en un día, mientras que nueve —Ohio, Utah, Wyoming, Tennessee, Oregón, Wisconsin, Illinois, Missouri y Minnesota— registraron nuevos máximos en su promedio de siete días de muertes.